CASTELLÓ. El año 2025 ha sido un año de contrastes para el Castellón, que pasó de luchar por la permanencia en la primer mitad del año, a soñar con ascender a Primera división, categoría que perdió en 1991, en la segunda mitad, ya en la temporada 25-26. El año lo inició con cuatro derrotas consecutivas que se sumaron a las dos de final del año pasado y por las que el club decidió la destitución de Dick Schreuder, el entrenador que había transformado al Castellón en un equipo de marcado carácter ofensivo y con el que ascendió desde Primera RFEF en el curso anterior.

El segundo entrenador, Johan Plat, asumió el banquillo y, aunque con irregularidad, el equipo consiguió la permanencia en la Liga Hypermotion tres jornadas antes del final del campeonato. El propio Plat comenzó la actual temporada pero tras sumar solo dos puntos en las primeras cinco jornadas, el presidente Bob Voulgaris, apostó por la destitución y designó de forma interina a Pablo Hernández como nuevo entrenador 'orellut', quien llegaba con la experiencia de un año en el equipo filial al que ascendió a Segunda RFEF.

Con el exfutbolista internacional en el banquillo, el Castellón ha dado un notable paso adelante y ha sido capaz de dejar los puestos de descenso para ser el equipo revelación y asentarse en los puestos de promoción de ascenso. La derrota en el campo del Cádiz en el último choque liguero llegó después de cinco victorias seguidas y de sumar siete partidos sin perder. El Castellón sale de un 2025 en el que, institucionalmente, ha logrado un paso histórico al iniciar la construcción de su ciudad deportiva, que cuenta ya con dos de los campos finalizados y en los que ya trabaja el primer equipo.