CASTELLÓ. La incorporación de Pablo Hernández al banquillo del Castellón está teniendo efectos cada vez más duraderos en el rendimiento del equipo. Lejos de convertirse en flor de un día, el castellonense está consolidando la capacidad competitiva de un equipo que ya ha sumado 10 puntos de 12 disputados tras el relevo en el banquillo.
Hernández se estrenó en el primer equipo con victoria ante la Cultural Leonesa por 1-3, lo que supuso el primer triunfo de la temporada de los orelluts y el efecto revulsivo que buscaba el club con el cambio de técnico.
Esta transformación se ha mantenido con el paso de las jornadas, de modo que el Castellón ha podido repetir triunfo a domicilio en Leganés (0-1), ha logrado su primera victoria en casa ante el Sporting (3-1) y ha obtenido un meritorio empate en el feudo del Eibar.
Y al margen de los resultados, el equipo albinegro ha dejado buena impresión en cada partido, mereciendo los puntos que ha obtenido. De hecho, pudo haber logrado pleno de victorias si hubiese rentabilizado su superioridad en Ipurúa, sobre todo en la primera parte.
Hernández cumple esta semana un mes al frente del equipo dejando claro que sabe preparar los partidos y que es capaz de encontrar soluciones sobre la marcha. El castellonense tiene, además, a la plantilla volcada totalmente con él, como se ha comprobado en las recientes declaraciones de algunos de sus integrantes.
Falta por ver si el club está en esa línea y confirma a Hernández como técnico del primer equipo más allá de la interinidad que estableció cuando anunció la destitución de Johan Plat. De momento no hay confirmación oficial sobre el futuro del castellonense mientras éste sigue pensando en lo más inmediato: el partido frente al Albacete.
