VILA-REAL. Los meses de septiembre y octubre han sido un auténtico reto para el Villarreal en cuanto a la dificultad de sus partidos. El que corresponde a la jornada 10 de LaLiga no es una excepción, ya que se mide al Valencia CF en un derbi con mucho para demostrar para ambos equipos, en Mestalla a las 21:00h.

La tierra de los naranjos, de la paella, de la costa y de la montaña, la 'terreta' al fin y al cabo, será testigo del derbi que encarna la esencia futbolística y la rivalidad comunitaria entre sus máximos exponentes de la Primera División española.

La casa de los 'che' es un auténtico reto para el Submarino: desde la temporada 2017/18 que los castellonenses no consiguen tres puntos. Una temporada que los valencianistas recordarán con mucho cariño, ya que forma parte de aquella época del Valencia de Champions. Por otro lado, el Villarreal estaba luchando por los puestos de la máxima competición europea, y finalmente obtuvo un sexto puesto, suficiente para entrar a Europa League.

El Submarino Amarillo, impecable en LaLiga

La situación del equipo que dirige Marcelino García Toral en el Villarreal es de un contexto idílico. Después del segundo parón de selecciones, los 'groguets' se posicionan en el podio de la competición con 17 puntos, a la espera del enfrentamiento entre el Real Madrid y el FC Barcelona, que podría suponer un recorte de puntos interesante si el escenario acompaña.

Los de Vila-real están iluminados. Han nacido asociaciones inesperadas como la de Pépé y Mikautadze, mientras jugadores como Moleiro y Renato Veiga están demostrando tener un sitio en el 11. Hay potencial por todo el campo, y eso le ha servido al equipo para marcarle dos goles al Betis en muy poco tiempo. Eso sí, con matices, ya que los verdiblancos le dieron un vuelco al encuentro en apenas unos minutos, consiguiendo un empate (2-2) "injusto", citaba Marcelino.

A nivel físico, el equipo se encuentra muy bien. En partidos de alta exigencia como aquel contra el Real Madrid, el Manchester City, el Atlético o el Tottenham, los de amarillo desplegaron todo su juego desde el ecuador del partido hasta el pitido final. Aunque en todos ellos mostraron personalidad durante la primera parte, no dieron con la tecla hasta después del descanso, un aspecto que demuestra que cuentan con un gran fondo físico del que pueden tirar si el encuentro se complica.

Es curioso que, precisamente en esos partidos, el Villarreal haya perdido, estando lejos de su mejor versión, mientras que en el resto la personalidad y la proposición de juego propio les han permitido firmar el mejor arranque liguero en cuanto a puntos (17), goles (16) y posición, situándose como terceros de la tabla.

Eso es lo que necesita plantear García Toral: un partido con actitud y control del balón ante el rival más duro de roer en su casa en los últimos años para el Villarreal. Sobre todo para el míster, que desde que dejó de ser entrenador de los 'che', allá por 2019, nunca ha podido llevarse el botín completo de su estadio, el Mestalla.

Otro Valencia desde la llegada de Carlos Corberán, pero aún con momentos de flaqueza

Un rival vecino vuelve a resurgir de una etapa de reconstrucción dolorosa para su afición y para su gente. Una situación de auténtica crisis a nivel deportivo y directivo. Años de lucha y manifestación de los valencianistas parecen llegar a su fin, en un momento en que en Valencia las cosas vuelven a tener un color naranja.

El conjunto valencianista se encuentra en un momento para tomarse un respiro en la Primera División; mientras tanto, la lucha continúa en los despachos.

En la decimocuarta posición en LaLiga y con nueve puntos en su casillero, el Valencia parece que no levanta cabeza, pero es indudable que muestra otra cara. Los resultados son flojos: encadenan una racha de dos empates y dos derrotas, además de haber perdido un partido en superioridad numérica contra el Girona (2-1).

A pesar de todo, los murciélagos vuelven a ser afilados en ataque con jugadores como Danjuma y Hugo Duro. El equipo valenciano cuenta con futbolistas capaces de complicarle las cosas al Villarreal, sin duda. Por eso, Marcelino sabe de primera mano que les van a “exigir jugar 90 minutos a nuestro máximo nivel”.

Las cosas cambian mucho cuando el Villarreal visita Mestalla, sin importar la situación del Valencia CF. La temporada pasada, con el club luchando por la permanencia, el Villarreal fue demasiado confiado a la capital valenciana, saliendo goleado por 3-1, en una noche para el olvido.

Se crece el Valencia, y mucho, cuando enfrente tiene a un equipo que le propone un guion interesante como lo es un derbi. Es ahí donde los 'che' recuperan su identidad, alimentados por la energía de Mestalla.