VILA-REAL. En calidad de visitante, el Submarino llegaba a Madrid para intentar batir a su rival directo por el segundo puesto. Un partido con una gran repercusión por lo que estaba encima de la mesa. Una vez servido el escenario perfecto para un gran partido, solo faltaba la interpretación de los blancos y los amarillos para cerrar el sábado de la octava jornada de LaLiga EA Sports.

El Villarreal, en varias ocasiones, asustó a un Madrid que estuvo manejando el balón casi todo el encuentro. Aun así, los de Marcelino apretaron las tuercas al cuadro de Xabi Alonso.

La primera parte terminó en un 0-0 que representaba muy bien lo sucedido en el campo, ya que los dos equipos tuvieron qué decir, pero con un Madrid que destacó en cuanto a la calidad individual.

La segunda parte fue un cambio de guion estrepitoso. Lo que estaba siendo un partido sólido del Villarreal se convirtió en una lluvia de jugadas y contraataques del Real Madrid, que supo aprovechar la expulsión del uruguayo Santiago Mouriño.

Un doblete de Vinicius empezaba la sangría de la segunda parte, y era Mbappé el que aprovechó la superioridad numérica para marcar el tercero de los blancos. Mikautadze, entrando de suplente, otorgó un enfoque muy ofensivo, hasta el punto de marcar gol, pero todo quedaba en vano en este duelo de coronas.

El Villarreal, hablándole de tú a tú al Real Madrid y lamenta un mano a mano de Tani contra Curtois

El encuentro arrancaba de la manera que cualquier analista habría predicho: el Villarreal en un bloque bajo esperando al Real Madrid, y estos combinando en la frontal del área, buscando una fuga entre los 'groguets', que han estado muy bien ordenados y atentos.

La lectura es que el Villarreal ha dejado conducir y combinar por las bandas, pero ha tenido un poco más de fuerza cortando los pases interiores de Arda Güler que buscaban a Mbappé. Marcelino lo tenía claro: el Real Madrid carece de un delantero de área que busque remates; por eso los blancos tenían profundidad por las bandas, pero les costaba más ir por dentro.

A quien no le ha costado pasar entre varios jugadores del Submarino ha sido Kylian Mbappé. Con el '10' a la espalda, el francés ha sido el mejor de una primera parte donde los dos equipos se han tratado de igual a igual.

El Villarreal, algo más prudente por dos amarillas muy tempranas a sus dos laterales, ha interceptado varios pases. Justamente lo hacía Pape Gueye, el cual partía de jugador de banda, pero al rato volvió a su posición de pivote. Este cambio táctico ha permitido que Comesaña pudiera hacer un mayor uso de su lectura y su veteranía. A falta de un jugador que dé pases rasos y calme al juego, por el descanso merecido de Parejo, Comesaña se ha puesto el brazalete de capitán y el peto de líder.

En torno al minuto 20 llegaba el primer intento del Real Madrid, pero Arnau Tenas, otra vez titular, bloqueaba muy tranquilo. En esa misma franja de tiempo, los blancos empezaban a asociarse mejor, y hasta en dos ocasiones Tchouaméni avisaba de su poderío aéreo.

El Villarreal proponía y volvía a proponer, pero casi encaja otro gol tras una pérdida de Mouriño. Tras un par de regates de Mbappé, este terminaba su labor con un pase de la muerte a Mastantuono que, si no fuera por un ágil Renato, casi marcaba, a pesar de la estirada de Tenas.

El submarino también tenía mucho que contarles a los de Xabi. El mismísimo Comesaña, que ha firmado una buena primera mitad, ponía al trote a Tani que, algo ahogado, se zafaba de los dos centrales y chutaba mano a mano contra Courtois, que le adivinó bien el tiro raso que buscaba. 

Otro que llegaba algo ahogado, en el segundo intento, claro, del Villarreal, era Moleiro. Tani volvía a luchar el balón y se la pasaba al canario que, algo desacertado, le pegaba más al aire que al esférico.

La última la probaba Mastanutono, que casi le da un susto a Marcelino, tras mandar un chut desde fuera del área rozando el palo de la meta de Tenas.

El Submarino lamenta los goles errados y se desmorona con la expulsión de Mouriño

Marcelino decidió arrancar el partido con dos cambios importantes: ingresaban Mikautadze y Pépé, los referentes de la delantera 'grogueta'.

Sin embargo, la dinámica aplastante del Real Madrid continuaba hasta que, de manera inevitable por parte de Tenas, llegaba el primer gol de Vini en el minuto 47. Los blancos pudieron encontrar por las bandas la clave que no estaban hallando en la primera mitad: sin un referente en el área, lo mejor es dejar los balones a los más desequilibrantes y, en todo caso, lanzar pases rasos a los 'lanza cohetes' en la frontal. En este caso era el brasileño que usaba sus filigranas para adentrarse lo suficiente para que cualquier tipo de chut sea imposible para el guardameta. (1-0)

Ahogado, el Submarino se seguía encerrando en un bloque bajo que permitía a los madrileños probar. Hasta el central Hujisen lo intentó hasta en dos ocasiones en la misma jugada.

Y es que, a pesar de un Villarreal que intentaba salir a la contra y amenazar con todo lo que tenía, el Real Madrid ha protagonizado todas las primeras y segundas jugadas, gracias a todas las calidades individuales que situaba en el campo.

La insistencia amarilla causaba más de un silencio en el Bernabéu: la asociación Mika y Pépé otorgó otro color en la faceta ofensiva. Casi protagonizan el empate del partido. 

Sin embargo, llegaba el segundo del Madrid, y el segundo de Vini. Tras un contacto dentro del área entre Rafa Marín y Vini, el árbitro dictaminó la pena máxima. Chutaba el brasileño y Tenas, incrédulo, casi paraba el penal, si no fuera porque le pasó por debajo del brazo. Todo esto sucedió en el minuto 69, momento en el que el Villarreal parecía reconectarse al encuentro. (2-0)

Un hilo de esperanza, de las botas de Mikautadze

Un chut imposible de parar por Courtois se convertía en el 2-1, después de que el georgiano desenfundara un tiro desde la frontal del área. El equipo recogía el balón y mostraba la actitud para rascar un empate en la capital.

A pesar de los esfuerzos, llegó la temida expulsión de Mouriño. El lateral derecho estaba jugando con fuego desde el minuto 20, con una amarilla en su cuenta propia. En el minuto 75 se hizo realidad el temor de Marcelino: una segunda amarilla mandaba al uruguayo a los vestuarios. Cabizbajo, pero sin mucha queja, se retiró del campo sin saber que ese era el punto de inflexión del partido.

En el 80 llegaba el gol de Mbappé, otra vez. Con uno más, los blancos supieron aprovechar la superioridad, y terminaron de rematar a un Villarreal que, durante muchos momentos del encuentro, tuvo esperanzas de llevarse puntos a casa.

Ficha técnica

3 - Real Madrid: Courtois, Valverde ©, Militao, Huijsen, Carreras, Mastantuono (Brahim), Tchoumení, Arda Güler (Bellingham), Dani Ceballos (Camavinga), Vini JR. y Mbappé (Rodrygo).

1 - Villarreal: Arnau Tenas, Sergi Cardona, Renato Veiga, Rafa Marin, Mouriño, Thomas, Gueye (Pedraza), S.V. Comesaña © (Parejo), Moleiro (Mikautadze), Oluwaseyi (Alti) y Buchanan (Pépé).

Goles: 1-0, min. 47: Vini JR. 2-0, min. 69: Vini JR. 2-1, min 73: Mikautadze. 3-1, min. 80: Mbappé. 

Árbitro: Guillermo Cuadra (Comité balear). Amonestó de amarilla a Cardona y Gueye, y de doble amarilla a Mouriño, por parte del Villarreal, , por a Tchoumení y Mastantuono, por parte del Real Madrid.

Contexto: Partido de la jornada 8 de la LaLiga EA Sports, en el Santiago Bernabéu, ante 75.216 espectadores.