VALÈNCIA (EFE/Paula Lerín). Sara Monforte ha sido gran parte de la temporada la única entrenadora en la Liga F, ya que la exfutbolista castellonense ha afrontado su primera temporada en los banquillos lejos de casa a los mandos del recién ascendido Espanyol, que ha logrado la permanencia en Primera División sin sufrir. A la castellonense le incomoda que alguno entrenadores utilicen el fútbol femenino de trampolín. En una entrevista con la Agencia EFE, Monforte (Castellón, 1980) hace un repaso a su primera temporada en el equipo perico, la falta de entrenadoras en la Liga F, sus sueños y la situación del fútbol femenino y, en particular, de los equipos valencianos, que han pasado de ser tres en la máxima categoría en la temporada 2023-24 a tan solo uno en la próxima 2025-26.
Pregunta: Primera temporada completada con el Espanyol, objetivo cumplido… ¿Cómo la definiría?
Respuesta: Bastante tranquila. Quizá de las cuatro temporadas que llevo en Liga F ha sido la más tranquila a nivel de sufrimiento, porque creo que en ningún momento de la temporada hemos sufrido demasiado. A las jugadoras les dije que poder no sufrir las últimas jornadas es un privilegio. La idea de la temporada que viene es poder dar continuidad y estar un poquito más arriba, pero los presupuestos marcan mucho, hay equipos que pagan mucho y está complicado.
P: Se podría decir que es su primer año como entrenadora lejos de casa. Se retiró y enseguida comenzó con el Villarreal, al que llevó a la élite.
R: Era importante salir de mi zona de confort, el Villarreal, y ponerme más en riesgo. Me he sentido cómoda, muy bien y estoy feliz. Tanto Carol Miranda como Dolors Ribalta han confiado en mí, en el proceso. Al principio siempre he tenido ese miedo de cuando las cosas no fueran bien, quedarme sin equipo y cuando tuve un par de ofertas (después del descenso en Villarreal) me sorprendió bastante. Ahí sentí que no siempre los resultados son los que marcan, que la gente ve que trabajas bien y que tienes pasión por esto. Me dio mucha pena y es una espina que tengo clavada haber dejado al Villarreal en Primera RFEF. Este año lo he seguido muy de cerca porque siempre va a ser mi casa, desde la distancia ha intentado ayudar todo lo que he podido.

- Sara Monforte, entrenadora del Espanyol femenino -
P: El Espanyol ha sido un equipo rocoso y duro, un poco como su personalidad.
R: A mí me gustaría en algunos momentos jugar a otra cosa un poquito más vistosa. Tener ataques organizados más largos, aunque tampoco demasiado, porque me gusta la verticalidad y el ritmo… Pero mi equipo ha sido agresivo, muy duro y con jugadoras de ir a duelos, un poco cómo soy yo y cómo he sido como jugadora. Si por algo se me conocía era por el carácter, amigas no hacía en el campo (se ríe). Teníamos muy claro que nos teníamos que defender muy bien y ser muy agresivas.
P: Ha sido durante casi toda la temporada la única mujer en los banquillos. Sé que estará cansada de esta pregunta, pero seguro que más cansada de ser la única. ¿Cómo lo vive?
R: Con mucha responsabilidad, como digo siempre, porque estoy representando a mis compañeras y tengo que dejar el listón alto. Para mí es algo muy bonito y ojalá podamos ser más. Tenemos que intentar que las jugadoras que están ahora se vayan formando para que quieran ser entrenadoras. Ainoa Campo me ayuda muchísimo porque a nivel pedagógico es muy buena, sabe muy bien cómo transmitir los contenidos y entiende muy bien el fútbol. Creo que sería una buena entrenadora.
Muchas veces les pregunto “tías, ¿por qué no queréis ser entrenadoras?” y me dicen que es muy difícil. Creo que cuando terminan su carrera deportiva lo que están deseando es tener un trabajo más de lunes a viernes con el fin de semana libre. Te tiene que apasionar mucho esto porque es un trabajo muy inestable. Hoy estás aquí, mañana allí, hoy te quieren, mañana yo no. También vives en soledad.
Tenemos que intentar que las jugadoras que están ahora se vayan formando para que quieran ser entrenadoras
P: En el final de temporada llegó Ana Junyent al Badalona, ahora Irene Ferreras estará en el Granada… Poco a poco. ¿Por qué parece que a los clubes les cuesta tanto apostar por una mujer en los banquillos?
R: La suerte que he tenido, y eso lo voy a decir siempre, es que el Villarreal me llamara para darme la oportunidad. Eso ha sido mi mayor suerte en el fútbol porque no me conocía nadie como entrenadora. Viví con presión al principio porque todo el mundo me decía “¡Sara Monforte va a ser entrenadora! ¡Buah, que entrenadora va a ser San Monforte!”. ¿Por qué? ¿Por qué en el campo dirigía a mis compañeras y tenía carácter? Esto es aleatorio… Los entrenadores muchas veces hacemos lo mismo dos años y uno va bien y el otro no. Si tienen que dar una oportunidad, los clubes suelen mirar antes hacia abajo y suelen promocionar a entrenadores de categorías del fútbol masculino.

P: Y si hablamos de entrenadoras en fútbol masculino…
R: Para mí ese sería un reto a largo plazo. Ahora mismo no lo veo porque necesitamos más entrenadores y entrenadoras que estén en el fútbol femenino porque quieran ayudar al fútbol femenino, a las jugadoras. Para mí es una obligación. Me molesta mucho que haya entrenadores que quieran estar en el femenino para que sea un trampolín. Yo no estoy en un equipo esperando para que me llamen del B o juvenil masculino. Tiene que haber gente que se pelee por el femenino. Igual soy muy romántica. Si en unos años me llega la opción (de entrenar en fútbol masculino), sería un reto muy bonito para derribar barreras en favor de la mujer y demostrar que estamos totalmente capacitadas. Sería un reto, pero no un sueño.
P: ¿Con qué sueña Sara Monforte?
R: Un sueño sería ver al Espanyol entre los cuatro u ocho primeros. O verlo en una final de Copa. Eso sería un sueño. Para mí, algún día entrenar una selección. Y si puede ser la española, pues mejor. Pero ahora mismo estoy aquí y no tengo ningún sueño especial porque yo me muevo por proyectos, por equipos familiares que te vengan a buscar a ti porque te conocen y saben que tú puedes sacar rendimiento al equipo. Mi sueño es que el día que me muera, ojalá sea lo más tarde posible, decir que he podido dedicar toda mi vida al fútbol.
Todavía hay que cambiar cosas en la Liga y, sobre todo, en la sociedad, que la gente sea un poco más flexible y que deje de ser tan machista y tan patriarcal
P: ¿Cómo ve la evolución del fútbol femenino en España en los últimos años?
R: Se ha estancado un poco y se está viendo porque muchas jugadoras se están yendo fuera. Todavía hay que cambiar cosas en la Liga y, sobre todo, en la sociedad, que la gente sea un poco más flexible y que deje de ser tan machista y tan patriarcal. Hay gente que le encanta el fútbol y nunca en la vida ha ido a un partido de fútbol femenino. El problema está en que siempre están comparándonos con el fútbol masculino. Y no es lo mismo. A las mujeres nos cuesta mucho hacernos visibles y que nos respeten como personas y como grupo.
P: ¿Cómo ve el futuro de los equipos valencianos? El Levante es el único en Primera, el Valencia acaba de descender y el Villarreal se ha salvado en la última jornada.
R: Menos mal que el Levante se ha mantenido. Me daba mucha lástima porque me siento muy arraigada a mi Comunidad, y, además, son equipos en los que he jugado. En el Levante creo que ha sido más problema a nivel económico y en el Valencia, con todos mis respetos, es más a nivel de proyecto. No puedes ir cambiando de entrenador todos los años, no ha habido un proyecto sólido. Al Villarreal estoy segura de que este año les ha servido para mucho y han construido las bases de cara temporada que viene. Me encantaría que subieran el año que viene.