VILA-REAL (EFE). El centrocampista tinerfeño, Alberto Moleiro, aseguró este viernes, durante su presentación oficial, que el Villarreal es un equipo que le viene “muy bien” para “seguir creciendo” como futbolista. El jugador, de 21 años de edad, agradeció al club la confianza depositada en su fichaje, que le ha costado a la entidad 'grogueta' un fijo de 16 millones y puede que dos millones más, y aseguró llegar con “hambre y ganas de aportar” a su nuevo equipo.

Moleiro elogió la figura de Álex Baena, traspasado al Atlético de Madrid, al que calificó como “referente” por su juego, si bien precisó que no llega al Villarreal para sustituir a ningún jugador. “Vengo a aportar lo mío. Me identifico con él (Baena) por la forma de jugar, pero tenemos distintas personalidades”, aclaró el canario, que elogió el ambiente familiar que se ha encontrado en el Villarreal. “Parece que estoy en casa”, dijo el centrocampista, que aceptó la oferta del Villarreal porque “es un club importante que lucha por lo más alto y le compite a todos los equipos”.

“Es un club maravilloso en el que voy a disfrutar muchísimo”, reiteró Moleiro, quien dijo ser consciente de que la afición le va a “apretar”, si bien indicó que es algo que le gusta. El futbolista aseguró sentirse cómodo en cualquier posición del medio campo, aunque admitió que arrancando desde el perfil izquierdo o en la media punta son las posiciones en las que “puedo aportar más al equipo”. El tinerfeño afirmó que ser el centrocampista más caro de la historia del club no es una presión “sino un orgullo” y garantizó que devolverá con su juego la confianza de la entidad.

Diferente y vertical

Moleiro, que se definió como un jugador diferente, vertical y al que le gusta asociarse, no ocultó que su sueño desde niño es alcanzar la selección absoluta y disputar un Mundial y reconoció que le hace especial ilusión disputar la Liga de Campeones. “Estoy muy motivado para la temporada, pero no sólo para la Liga de Campeones, sino también para la Copa y la Liga”, declaró Moleiro, que pidió a los aficionados que se abonen al Villarreal porque el equipo es ganador y van a disfrutar de buen fútbol y grandes partidos.

Por último, el centrocampista dijo estar preparado para los sacrificios defensivos que le pueda exigir su nuevo entrenador, Marcelino García Toral. “A mí no me cuesta defender. Me considero un jugador sacrificado que mira más por el equipo que por mí. No me va a costar”, concluyó.