CASTELLÓ. Óscar Gil cumple su cuarta temporada en el Castellón después de renovar este verano por una campaña, lo que le convierte en uno de los futbolistas más veteranos del equipo. El navarro se incorporó al club justo el año de la llegada de Bob Voulgaris como máximo accionista y desde entonces ha vivido en primera persona el crecimiento de la entidad.

“Cuando llegué al club ya se planteó el proyecto para los siguientes años y de momento ha seguido una línea progresiva muy positiva, consiguiendo además el ascenso”, recuerda el defensa. “Este año tenemos nuevos objetivos que queremos cumplir, pero con los pies en la tierra porque estamos en una categoría donde cuesta mucho alcanzarlos”, advierte.

La ambición es la gran característica que transmite la actual propiedad. “Después de estos tres años ya se han visto las ideas que tiene Bob y cómo ha ido cumpliendo lo que quería hacer, y más ahora con la Ciudad Deportiva. Ahora, la gente que viene aquí puede ver desde el primer día la seriedad que hay en el club y el nivel de profesionalidad que se está alcanzando. Es un punto de exigencia, unido también a facilidades para conseguirlo”, ha explicado.  

Óscar Gil afronta una temporada en la que Johan Plat estará al frente del equipo desde el principio, siendo el encargado de su construcción. Óscar Gil reconoce que hay algunas diferencias en su modelo respecto a lo que proponía Dick Schreuder.

“Hay bastantes similitudes porque estuvieron muchos años juntos, pero también hay ciertas diferencias. Esperemos que podamos adaptar a la categoría las exigencias que tiene el míster porque es nuestro segundo año seguido en Segunda y sabemos dónde fuimos fuertes el año pasado y dónde tuvimos más debilidades”, ha comentado.

Empezar de cero

El futbolista de Peralta espera que este año le respeten las lesiones después de la fractura de mandíbula que sufrió el año pasado y que le dejó fuera de combate durante tres meses y medio. “Lo peor que me pasó fue la lesión que me tuvo fuera y que fue complicada porque además me afectó en la alimentación. Este año volvemos a empezar de cero y me encuentro muy bien tanto física como mentalmente”.

Además, el defensa tendrá un papel cada vez más significativo como líder de vestuario. “Con el paso de los años uno se siente más importante en ese rol y eso transmite confianza a la hora de aportar también fuera del campo y ofrecer esas variables que a otro tipo de jugadores se les escapan. Vamos a intentar ofrecer cada uno lo nuestro y que entre todos el Castellón cumpla sus objetivos”, ha concluido Óscar Gil.