VILA-REAL. Buen ambiente el que se vive estos días sobre el césped de la Ciudad Deportiva Miralcamp. Los hombres de Unai Emery afrontan las dos finales con que cerrarán la temporada en medio de un ambiente relajado, propio de los dos grandes partidos que les quedan y con los que pueden coronar una temporada histórica. 

Con el choque ante el Real Madrid como reto más inmediato, tal y como ha destacado el míster vasco esta misma semana, los groguets se han ejercitado este jueves también con un ojo puesto en Gdansk, donde el próximo miércoles lucharán por su primer título contra el Manchester United. 

Entre las buenas noticias de la sesión ha estado la presencia de Vicente Iborra sobre un césped en el que buena parte del trabajo ha estado centrado en afinar la puntería, un aspecto crucial en lo que queda por delante.