CASTELLÓ. Si la multinacional italiana Sacmi es el máximo exponente mundial en la producción, instalación y mantenimiento de máquinas y plantas completas en la industria cerámica, su filial española -Sacmi Ibérica- es parte sustancial de esta empresa en el acompañamiento cotidiano de un clúster azulejero castellonense al que está ligado desde hace décadas y al que ha tutelado en todo su proceso de crecimiento a lo largo de las últimas décadas. De esta estrecha colaboración y de este éxito compartido ha sido y es testigo David Gálvez Paniagua, quien viene dirigiendo desde 2008 Sacmi Ibérica, un periodo que solo se vio interrumpido durante 15 meses, el tiempo que dedicó a llevar toda la asistencia de Sacmi en el mundo antes de volver, en 2020, a Castelló y abrir una nueva etapa al frente de la filial italiana.
A sus 50 años y desde los 23 vinculado al grupo Sacmi, David Gálvez atesora una larga experiencia en un sector que es clave para entender el momento actual de la cerámica y de las empresas auxiliares. Desde su privilegiada posición como gran conocedor de los avances técnicos y tecnológicos explica lo que considera son las claves del desarrollo de este sector.
-Hábleme de los inicios de Sacmi Ibérica.
Sacmi aterrizó en España a mediados de los sesenta a través de una empresa que ya no existe -Facmi- que se implantó en Coslada (Madrid). Fabricaba maquinaria a pequeña escala hasta los inicios de los ochenta. Fue en el año 81 cuando se implantó Sacmi Ibérica en Castellón. Inicialmente estaba radicada en la Gran Vía de la capital de la Plana hasta que en el año 2003 nos establecimos en la actual ubicación.
-¿Y qué puede decirme de Sacmi en un contexto general?
Es una multinacional italiana que tiene cuatro grandes líneas de negocio: cerámica, que es puntera en el mundo; otro es el packaging, especialmente en el ámbito de los tapones. En ambos casos Sacmi es líder mundial. A modo de ejemplo le diré que prácticamente una de cada dos chapas de bebidas que se dan en el mundo las realiza este grupo; Otras líneas son la división Beverags, que son básicamente plantas de embotellado; y una última línea de negocio, que denominamos Food, que se mueve en el sector de la chocolatería, bizcochería, etcétera.
-El motivo de elegir Castellón se puede decir que estaba cantado...
Sin duda. Es fácil entender que el peso de la industria cerámica fue el factor clave en su momento, aunque también desde aquí damos servicio ya a otros sectores. Tenga en cuenta que el grupo lo componen unas sesenta empresas de sectores diferentes, por lo que nosotros ofrecemos desde aquí servicio de pre y postventa al resto de la península Ibérica, aunque focalizamos gran parte de nuestra atención a la industria cerámica, como es normal.
-¿Qué fortalezas destacaría de Sacmi Ibérica de manera general?
Diría que fundamentalmente son dos: La primera sería tecnología, sin duda. Sacmi, como todo el mundo sabe y no es un secreto, es una empresa tecnológica. Nosotros nos movemos en el top de la industria, con lo que ello supone en cuanto a calidad e investigación. Hay que subrayar que reinvierte gran parte de sus beneficios a I+D+i. Esto nos ofrece grandes ventajas en cuanto a diseño tecnológico como es ahora la tecnología pionera en la fabricación en continuo. Es la parte fundamental y el ADN que nos caracteriza.
El segundo factor de éxito histórico de Sacmi es la proximidad. Tenemos para ello un lema que sacamos hace años que resume muy bien lo que es la filosofía de Sacmi, que es Sacmi está donde tú estás. Bajo esta premisa, se ha implantado una red de asistencia por todo el mundo e intentamos estar muy próximos al cliente en todo momento. Porque el cliente no solo quiere comprar maquinaria, sino que necesita el éxito y para eso estamos nosotros, para ayudarle a lograr esos objetivos.
- Para lograr esos propósitos, requieren de un alto grado de especialización...
Cierto, es otro factor clave. Hay un hecho distintivo que es el talento. Sacmi es una empresa básicamente formada por ingenieros. Lo que el cliente espera de nosotros no es solo que le podamos vender una máquina determinada para un área concreta. Lo que quiere también es que le resolvamos el proceso completo de fabricación. Vendemos toda la maquinaria en sí, pero también el asesoramiento. Somos capaces de vender plantas enteras llave en mano.
-¿Y qué ventajas reporta?
Pues todo esto permite que seamos también muy atractivos para nuevos clientes que necesitan de un acompañamiento integral, porque ofrecemos un paquete a medida. Es lo que nos viene pasando en países en vías de desarrollo, donde las infraestructuras requieren de dotaciones desde la base y personal cualificado durante el tiempo que necesitan para la normalización de los procesos productivos. Nos gusta ser ese partner que permite asegurar el éxito de la inversión. Hoy por hoy somos el grupo más puntero en el mundo en lo que se refiere a todo el proceso, incluso si el cliente quiere abordar otros ámbitos como es el diseño o los nuevos usos de la cerámica.
Estamos perfectamente capacitados para acompañarle. Incluso disponemos de un laboratorio que hace las funciones equivalentes a lo que puede hacer un instituto tecnológico, dotado de técnicos y tecnólogos a disposición de lo que necesiten nuestros clientes en cualquier momento, desde la caracterización de materias primas, la fabricación de prototipos, etcétera. En el laboratorio disponemos, además, de una pequeña planta industrial para poder producir lotes que permitan clonar las condiciones reales que se dan en una gran planta productiva.
-En todo este tiempo de Sacmi Ibérica, ¿con qué momentos se quedaría por lo que significaron para la empresa y para el sector?.
Nuestra historia está llena de momentos importantes. Podemos decir que un hito importante fue la implantación del proceso de monococción, la introducción de los hornos de rodillos… es que tecnológicamente hemos estado al pie de los acontecimientos siempre y es complicado elegir apenas unos pocos.
Otro momento fundamental podría ser la fabricación por vía húmeda, que permitió mejorar la calidad del producto y el rendimiento… y así una larga serie de acontecimientos. Si tuviera que decantarme por el último, diría que es el constante crecimiento de los formatos. Entiendo como una disrupción la implantación de estos grandes formatos y poderlos fabricar en modo continuo. En la prensa -que podríamos decir es parte de nuestra seña de identidad en este ámbito- con la nueva tecnología Continuo Plus, que lanzamos al mercado hace una década, ya es posible fabricar una lasaña prácticamente infinita con lo que ello supone de flexibilidad, estabilidad, producción...
-¿Ve al cliente español especialmente exigente?
Cierto. El cliente español es tremendamente exigente y eso nos ayuda mucho a mejorar. Técnicamente nos ayuda mucho por su alto grado de conocimiento y exigencia. De hecho, España ha contribuido muchísimo en el desarrollo de ciertos formatos a lo largo de esta historia. En particular y en cuanto a la fabricación de revestimiento, España ha contribuido a que Sacmi adapte parte de su maquinaria al tipo de producto y dé propuesta de valor para la industria.
-¿Cómo les ha ido en este tiempo de pandemia?
Hay que decir que una pandemia global se nota, claro, pero lo hemos pasado menos mal que otros sectores. Hay que señalar que, a nivel de inversión, en España el impacto de una crisis global se ha notado bastante menos que en otros sitios. Ha sido una crisis, sí; pero una crisis muy extraña. Obviamente, nadie estaba preparado para esto, pero a la vez que había sectores que lo estaban pasando muy mal, se ha producido la paradoja de que en el momento más duro, en el sector cerámico ha habido un grupo de empresas que han aprovechado el momento para fortalecerse.
Si miramos el último año en su conjunto, vemos cómo en el resto del mundo la actividad se ha contraído, pero en el caso de España no se ha dado esta circunstancia. El sector ha invertido, sigue invirtiendo con el ánimo de captar más cuota en exportación -lo que veo muy acertado-.
-¿Qué ha cambiado o puede cambiar en el sector de la cerámica en general?
No somos ajenos en España al fenómeno tan grande que se está haciendo con la concentración y la entrada de nuevos actores… que entiendo conllevará cambios a futuro. Habrá nuevas reglas de juego que conllevarán nuevas circunstancias. Si ya a nivel técnico era muy exigente, este nuevo escenario introducirá nuevos parámetros a los que habrá que hacer frente.
Otro fenómeno es el que tiene que ver con la digitalización. Un momento como este ha hecho que nos demos cuenta de que, verdaderamente, hay que aprender a funcionar sacando el máximo provecho al entorno digital que ya tenemos.
"Un momento como este ha hecho que nos demos cuenta de que, verdaderamente, hay que aprender a funcionar sacando el máximo provecho al entorno digital que ya tenemos".
Este momento de no contacto físico al sector ha supuesto un reto muy importante por ejemplo en lo que concierne a los técnicos. Cuando no podían viajar y la máquina seguía trabajando hemos tenido que desarrollar nuevas soluciones para afrontar las situaciones y lanzarnos de manera más decidida a ofrecer un servicio y soluciones con las herramientas que teníamos en ese momento.
En España no se ha dado como se ha dado en otros territorios, como Asia, en el que teníamos que meternos en casa del cliente y para ello tuvimos que, incluso, buscar soluciones para arrancar en remoto plantas en el extranjero. Y se consiguió. Se han conseguido cosas que jamás hubiéramos pensado, en tan poco tiempo y, lo más importante, con la plena satisfacción del cliente ante el resultado final.
Es un momento, pese a todo, de gran actividad, de todo el sector. Y en España se están haciendo muy bien los deberes, desde luego. El hecho de que haya una fuerte inversión en un momento como este llama la atención y creo que es porque era el momento que tocaba.
Los procesos de concentración son algo que siempre han estado ahí. Quizás en Italia estos casos llegaron antes y en España viene manifestándose de manera más palpable, sobre todo en los últimos años. La particularidad es que antes estas concentraciones se daban entre empresas nacionales y ahora entran en juego grandes compañías o fondos transnacionales que se mueven en diversos sectores industriales y financieros.
-Hábleme de sus instalaciones en Castelló.
Pues le diré que tenemos almacenadas unas 20.000 referencias, con un valor aproximado de unos 8 millones de euros. Atendemos a todo el sector cerámico español, portugués y al norte de África. Esa apuesta por estar cerca del cliente y darle respuesta inmediata nos lleva a dotarnos de abundante producto. Por la calidad y durabilidad de la maquinaria que fabricamos, nos obliga a tener que disponer de un servicio técnico muy potente. El cliente requiere que le suministremos piezas de máquinas que tienen décadas. Porque no somos una empresa proclive a descatalogar y nos gusta mantener ese compromiso con el cliente a través de los años y que permita prolongar la vida útil de las máquinas.
-Esa fuerte apuesta por la innovación continua les requerirá de perfiles profesionales muy potentes...
Desde luego. También es verdad que el mercado en general tiene carencias muy acentuadas en lo que son perfiles profesionales de capacitación media. Encontrar ingenieros es complicado pero al final los encuentras de una u otra forma. Otra cosa es su grado de especialización en áreas muy concretas de un sector como éste. El periodo de gestación de un técnico nuevo está entre dos o tres años, porque requiere adecuarlo a lo que necesitamos. Pero donde sí hay un problema y que el sector necesita resolver es en la Formación Profesional.
Tengo que remarcar que, pese a que las fábricas tienden a la automatización, hay una gran oportunidad para perfiles para los que existe una gran demanda en la provincia de Castellón. Hay un desequilibrio aquí preocupante. Nosotros, en los últimos cinco años prácticamente hemos duplicado el número de técnicos y debo decir que ha sido muy complicado encontrar perfiles como el de electromecánico, por decir solo uno.
Nosotros, por nuestra parte, estamos promoviendo y participando en iniciativas promovidas por la Administración para estimular a los jóvenes a que se planteen estos estudios como base de una salida profesional muy interesante.
-¿Tiene Sacmi la respuesta a los ambiciosos retos energéticos que se presentan a la industria vinculada a la cerámica?
Si no tenemos la respuesta, sí ofrecemos las propuestas. Nosotros tenemos tres ejes básicos en cuanto a estrategia: uno es el crecimiento; otro es la digitalización; y el tercer eje es la sostenibilidad, que tiene mucho que ver con nuestro ADN y nuestra forma de pensar a la hora de fabricar e innovar.
Los retos, digamos, va por sectores. En cerámica, es muy importante el energético, pero por ejemplo en packaging el objetivo es la sustitución del plástico. Ahí estamos desarrollando nuevos componentes de materia prima con una visión 360 grados. y sí, por supuesto que estamos en condiciones de acompañar a los clientes en los retos que tienen por delante.
Pero también le diré que llegar a un punto puede tener caminos alternativos y ahí estamos, por ejemplo, experimentando con el hidrógeno verde y la adaptación de las actuales máquinas para los nuevos cambios. Nuestro objetivo es hacerlas más eficientes, para lo que disponemos de una empresa especializada en medio ambiente que vela por la progresiva reducción de emisiones. A modo de ejemplo de nuestro interés en este punto le contaré que disponemos de un producto especialmente brillante que es la nariz electrónica, que chequea la calidad del aire antes incluso de que llegue a detectarse por los sentidos de las personas. Es solo un ejemplo de las propuestas sofisticadas pensadas en acompañar a los clientes en este trayecto a lograr sus grandes objetivos medioambientales; eso sí, sin que se menoscabe la producción y competitividad de sus negocios.
-A grandes rasgos, ¿cuáles son sus previsiones para la industria?
Los avances irán por sectores. Así como el canal horeca, donde también nos movemos, vive tiempos convulsos ahora, en cerámica atravesamos un buen momento. Pero ya le digo que es muy complicado hacer previsiones a medio o largo plazo. Lo que tenemos claro es que para seguir siendo líderes tenemos que seguir la misma estrategia que nos ha hecho llegar hasta aquí, que es apostar por la tecnología, la I+d+i, la proximidad como elemento clave para saber las necesidades del cliente y aportar soluciones fiables a los nuevos retos que se presentan al sector. No hay más secretos.
-¿Y algún proyecto a iniciar o iniciado ya que le satisfaga especialmente?
Pues sí [ríe]. Hace cuatro años nos metimos en el mundo del vino. Compramos una empresa que, básicamente se dedicaba a los procesos al modo tradicional, que es lo realmente atractivo de un sector tan apasionante como es la enología, que tiene mucho de cultura y está muy enraizado con las tradiciones e incluso con el arte. Estamos en una fase de desarrollo en la que seguimos trabajando, porque queremos dotar a este proyecto de la máxima calidad, excelencia y con diseños personalizados. Es un proyecto bastante desconocido, pero ya digo que muy apasionante.