CASTELLÓ. La Generalitat Valenciana y el Gobierno, a través del Ministerio de Industria, mediaron con los responsables de Nordex, la filial de Acciona para la fabricación de aerogeneradores, para tratar de evitar el cierre de su planta en la Vall d'Uixó, anunciada por la compañía este jueves y que puede derivar en el despido de sus alrededor 110 trabajadores. 

En concreto, y según ha podido conocer este diario, el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raül Blanco, llegó a ofrecer contraprestaciones a la compañía para tratar de mantener la factoría en una localidad duramente golpeada en el pasado por la caída de la actividad industrial, un daño del que todavía no se ha podido recuperar y que lastra gravemente sus cifras de empleo. 

Los esfuerzos de la Administración han sido en vano, porque la empresa tenía tomada la decisión acerca del cierre, confirman varias fuentes. En este sentido, en un comunicado la compañía argumenta la finalización de la actividad, pese al alza de las ventas, en la dificultad de operar en "un entorno de mercado muy competitivo", con una "sobrecapacidad" de producción debido a que cada vez se producen aerogeneradores más grandes para contrarrestar los bajos precios de la electricidad generada por el viento.