VALÈNCIA. La Dana del 29 de octubre ha dejado un rastro de devastación sin precedentes en la provincia de Valencia. En municipios como Albal, las intensas lluvias inundaron viviendas, colapsaron infraestructuras y arrasaron espacios educativos. Precisamente, la mayoría de estos entornos, esenciales para el desarrollo de los niños, quedaron sepultados bajo una densa capa de barro y, tras semanas de arduas labores de limpieza, comienzan a recuperar parte del aspecto que poseían antes de la tragedia.
En este contexto, la Asociación Paisaje Mediterráneo ha puesto en marcha una iniciativa que combina la rehabilitación ambiental con la educación y el bienestar emocional. Bajo el lema "Patrocina un Huerto Escolar o Jardín Terapéutico", el proyecto ha dado su primer paso este lunes en el CEIP San Carlos Borromeo, situado en Albal. Este colegio, conocido por su innovador jardín botánico, ha quedado devastado tras las inundaciones del pasado mes de octubre.
Las labores de limpieza y replantación que comenzaron esta semana en este espacio simbolizan la recuperación física y el regreso de un entorno educativo clave para la comunidad. "Queremos devolver a los niños un lugar donde puedan reconectar con la naturaleza y superar las secuelas emocionales del desastre", explica Javier Coves, presidente de la asociación, en declaraciones a Valencia Plaza.