VALÈNCIA. La empresa de resonancias magnéticas Eresa, participada mayoritariamente por la familia Saus a través del grupo Ascires, ha vencido en la pugna que mantenía con sus socios en la UTE Erescanner Salud, que prestó el servicio de las resonancias magnéticas en los hospitales públicos valencianos entre 2008 y 2021. Esto le ha permitido adjudicarse una proporción de los ingresos mayor que la participación que tenía en la UTE, en detrimento de las alicantinas Inscanner y Beanaca, propiedad de la familia Paz, dueña de Clínica Benidorm.
De hecho, en su memoria anual de 2021, Eresa, que tiene el 49% de la UTE, constata que se ha adjudicado 14,79 millones de la tesorería –que superaba los 24 millones– una vez finalizado el contrato con la Conselleria de Sanidad, así como 3 de los 4 millones en imposiciones a plazo fijo que tenía la contrata de resonancias. En total, casi 18 millones de euros que hicieron que Eresa acabara el año 2021 con una tesorería de 35 millones.
Como publicó en exclusiva Valencia Plaza, Inscanner y Beanaca llegaron a plantear una querella contra los Saus por presunta estafa al plantear la empresa que preside Lorena Saus, en 2017, la modificación del reparto de los ingresos de la UTE basándose en un acuerdo firmado en 2011 que Ana Paz Brown, entonces administradora de Inscanner y Beanaca junto a su padre, Carlos Paz Figueroa –fallecido poco después–, no reconoció.
La querella fue archivada al dar el juez validez al acuerdo y no detectar ningún delito, aunque sí constató que todos los socios de la UTE Erescanner Salud habían pasado años, hasta 2012, repartiéndose los beneficios mediante facturas falsas de supuesta prestación de servicios a la UTE. Archivada la causa penal, el caso quedó en manos de un tribunal arbitral, tal como preveían los estatutos de la UTE.