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Si como reza el tango, veinte años no son nada, ochenta deben ser cuatro suspiros. El espíritu con el que soñó en 1945 Manuel Segarra Ribés volvió a pasearse por las calles de Castellón con una lozanía envidiable, como si fuera aquel 3 de marzo del estreno, en plena posguerra. Con esa fuerza arrolladora de la juventud, cuando todo está por hacer y todo es posible. De la festa la vespra, el anuncio que es en sí la primera celebración.

Las cuatro de la tarde del tercer sábado de Cuaresma. En 1945, el boticario Manuel Segarra Ribés convirtió esa hora anodina del calendario en un estallido de fiesta. Cada vez que el Pregó toma las calles de Castelló, el vecindario y los sorprendidos invitados ponen los cinco sentidos para atender al relato que les cuenta por qué la ciudad té l’honor de vindre de l’antigor per lluminosos camins, como susurran los versos de Bernat Artola.

La cabalgata marca el ritmo de la ciudad, el renacer de la primavera más íntima, allí donde habitan los recuerdos de quienes compartieron con nosotros otras fiestas. Como el estallido de un masclet, el alegre son de la música local irrumpe en el Forn del Pla de la mano de la Colla de Dolçainers i Tabalaters de Castelló, que desde 1981 es el testimonio vivo de la tradición hecha partitura. Es la señal. El Pregó està al carrer y no hay vuelta atrás.

En el principio fue el Verbo y al comienzo del Pregó mandan las palabras de Josep Pascual Tirado hechas carne inmortal en las figuras de la conlloga de Tombatossals, con la Colla del Rei Barbut como guardiana de la memoria colectiva hecha mitología, desde 1977. Una lección siempre renovada para las niñas y niños de la ciudad. Un cuento en la calle hecho de cabuts i gegants, con Arrancapins, Bufanúvols, Cagueme y los hijos del Rei Barbut: Tahor, Case i la infantona Merilde, entrelazados en esta ocasión con la música de la Unión Musical San Felipe Neri de La Llosa. En el año en que el Volaoret d’Or se ha concedido al centenario Ateneo de Castellón presidido por el profesor Santiago Fortuño -cultura con mayúsculas- en su nombre comparece en la carroza el propio presidente de la colla, Antonio Sebastiá.

50 años de Moros d'Alqueria

Sin más dilación pide paso la Historia Fundacional, con la siempre deslumbrante presencia de los Moros d’Alqueria, en esta ocasión extraordinaria de su 50 aniversario. En su primera cabalgata comparecieron, según el programa, de este modo: Moros alegres dels exèrcits sotmesos festegen la nova vida que arriba amb la tolerància dels conqueridors. Medio siglo después, cuatro espectaculares escuadras, acompañadas por otras tantas bandas de música comandaron su representación. A continuación, una corte femenina muy especial: nada menos que 35 reinas de las fiestas de la Magdalena de los últimos 50 años, de Emilia Valls Zaballos (1968) a Lourdes Climent Moreno (2024). En el cortejo, toda la vistosidad del color y la emoción que despiertan los caballos y sus escorzos entre el brillo de los alfanjes al sol.

El pasado del barrio judío se hace presente en la tarde gracias a l’Aljama desde hace nada menos que 35 años. Junto con la espectacular presencia de un buen número de ocas, los colores crema del vestuario hebreo ponen un contrapunto dulce en la muestra de todas las clases sociales que convivieron con musulmanes y cristianos en el Medievo castellonense. En lugar destacado, como representante de la Fundación Balaguer Gonel, Adelantat 2025, un excelente exponente de las tres culturas, Ernesto Tarragón, barrero de la Mare de Déu del Lledó y moro d’alqueria por antonomasia.

Con la Host del Castell Vell, la figura del Alcaid se reviste en 2025 de autoridad histórica en la persona del cronista oficial de la ciudad, Antonio J. Gascó, autor de la última Crónica de la antigua villa medieval a la actualidad, publicada ya en el siglo XXI. Y sin tiempo para distracciones -quien pestañee se lo pierde- llega el momento de los Cavallers Templers, siempre al son de la Cofradía de Bombos y Tambores de Santa Magdalena. Junto al Gran Maestre, Santiago López, la Maestra Templaria del Año, la concejal de Turismo Arantxa Miralles. Y la historia, siempre la historia, vuelve a tomar el protagonismo a través de la carroza del Compromiso de Caspe, con Pepe Andreu como Benedicto XIII y Francisco Zaragoza en el papel de un Sant Vicent Ferrer en pleno sermón. Peñíscola y el Papa Luna, y el final del Cisma de Occidente en la Arciprestal de Sant Mateu. El Pregó, memoria de la provincia.

Los obispos y eclesiásticos de la Conquista recuerdan, a continuación, a los religiosos que acompañan a Jaume I a todas partes en su periplo vital y fundacional del Reino de Valencia. A continuación, Manuel Carceller como escribano del Cronicó de Benifassà en una carroza que abre la representación de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, que cumple en 2025 tres cuartos de siglo. Es entonces, precisamente, cuando la majestad del monarca conquistador se hace solemnidad a caballo en el rostro de José Antonio Balfagó, liderando una Germandat en la que brillan los rostros de Na Violant d’Hongria, Marta Mateu, y sus dames de companya. En la comitiva luce de forma especial el Penó de la Conquesta, con la participación por segunda vez de la Ordre Bellatora, formada por mujeres de la Germandat. Cumpliendo una de las tradiciones más señeras del Pregó, ante el Real Casino Antiguo, Balgafón lee a las autoridades el Privilegio de Traslado otorgado por el rey allà por el año 1251.

En la llamativa carroza de la Colla Bacalao, con la cantante y periodista Bárbara Breva como Bacalao Maravillao de 2025, convertida en musa de piratas berberiscos en el mar embravecido por los timbales en la tarde de marzo. Tras los corsarios, la Colla de Dolçainers, Tabaleters y Trabucaires Xaloc y sus atronadores disparos, que simbolizan la resistencia contra el francés de los castellonenses que el 9 de marzo de 1810 se oponen al saqueo galo de Castellón y Almassora, así como a los guerrilleros de la Guerra de la Independencia.

Luego, mientras el sol comienza su descenso, la cabalgata adopta el carácter de la región vecina y hermana, madre de tantos castellonenses del siglo XXI, de la mano del Centro Aragonés y del grupo Ecos de Aragón. Una vez más, los castellonenses exhiben su simpatía y sentimiento de hermandad por lo que es mucho más que un territorio cercano.

Representación provincial

Tras el compás de las jotas, llega la tercera parte del Pregó, el momento en que los pueblos, grandes y pequeños, montañosos y costeros, toman simbólicamente la capital para adueñarse de sus calles céntricas. Es el Día de la Provincia, en el que Castellón reafirma su compromiso de ciudad abierta para todos. En esta ocasión, 43 pueblos protagonizan la muestra etnológica, de Alcalà de Xivert a Viver, pasando por l'Alcora, Almassora, Almedíjar, Almenara, Benicarló, Benicàssim, Benlloc, Borriol, Cabanes, Cirat, Costur, Coves de Vinromà, La Llosa, Llucena, Moncofa, Morella, Nules, Onda, Oropesa, Peñíscola, Ribesalbes, Sant Joan de Moró, Santa Magdalena de Pulpis, Soneja, Sorita, Suera, Tales, Tírig, la Todolella, la Torre d'En Doménec, Torreblanca, Torrechiva, Traiguera, Vall d'Alba, Vilafamés, Vilafranca, Vilanova d'Alcolea, Vila-real, Vinaròs, Villahermosa del Río y Vistabella del Maestrat. Entre las novedades más destacadas en este año, como una escena rescatada del Sexenni morellano, la presencia del cuadro de heroínas bíblicas encabezado por el rey David, que lleva la cabeza de Goliat, seguido de Sèfora, Rut, Abigail, Sara, Jael, Raquel, Rebeca, Maria, Betsabé i Judit. En el cierre y presidencia, la reina Ester.

Completan la representación provincial dos carrozas con nada menos que 36 reinas de fiestas, de l’Alcora a Zucaina sin olvidar Almassora, les Alqueries, Almedíjar, Benicarló, Benicàssim, Càlig, Cirat, Culla, Coves de Vinromà, Jérica, La Llosa, Llucena, Moncofa, Montanejos, Nules, Onda, Peñíscola, Torreblanca, la Salzadella, Sant Rafel del Riu, Sant Joan de Moró, Segorbe, Soneja, Suera, Tales, Torrechiva, Vall d’Alba, Vall d’Uixò (fiestas patronales y de la Sagrada Familia), Villahermosa del Río, Vila-real, Vinaròs, Viver, Xert y Xilxes. La multitudinaria participación de los pueblos es el mejor homenaje, cada año, al ímprobo trabajo de documentación realizado por los impulsores del primer Pregó a lo largo de la provincia.

En el lado de los aspectos a mejorar, objeto de las críticas siempre marcadas por las dimensiones de la cabalgata, la coordinación es siempre una asignatura pendiente, a falta de soluciones a los sempiternos y excesivos cortes y pausas entre los colectivos. Junto a ello, como problema enquistado que invita a la melancolía, la falta de educación de numerosas personas dispuestas a cruzar la calle sin importarles el transcurso del Pregó. Por no hablar de las diferentes fuentes de música que en cualquier punto del recorrido se entremezclan con la propia banda sonora del acto. En cualquier caso, las fiestas vuelven a comenzar de la mejor manera, con el permiso de la climatología y por momentos, bajo un sol que todos queremos augurio de buen tiempo para la semana.

La representación de la última parte del Pregó, el de la ciutat i terme, queda encabezada por la Escola de Dolçaina i Tabal de Castelló, seguida por la estampa de la Federació de Colles y el grupo de danzas Els Fadrins de Censal. La carroza de la Torreta Alonso con los miembros de la asociación de vecinos de San Agustín y San Marcos dan paso al grupo de Atzavara, que interpretan el Ball perdut y Marineries, a cuyo son le sigue la estampa típica de la Asociación de Festes de Carrer, La Nova Escola y la carroza de Agramaors, memoria del cultivo del cáñamo. Entremezclados con las danzas de Illes Columbretes, Ramell, Escola de Dansa Castelló, El Forcat y El Millars, desfilan una estampa marinera del Grao, la Colla de Dolçainers i Tabaleters del distrito marítimo y una carroza de la Junta Central Fallera de Burriana. A continuación, la solemnidad de las sucesivas carrozas de la Bellea del Foc de Alicante y la Fallera Mayor de València y sus respectivas cortes de honor.

Después, la agrupación folclórica El Millars anticipa la llegada de otra de las novedades de este Pregó 2025. evocando la personificación de las partidas municipales ideada por Segarra Ribés, a través de mulos portadores de productos típicos de cada rincón, montados por mujeres vestidas de castelloneras.  En esta ocasión, se han incorporado cuatro grupas para representar a las principales partidas de la ciudad.

Tras los estandartes y comisiones de sector, las grupas de la Gestora de Gaiatas y la cesta de la ciudad portada por las y los presidentes de los 19 sectores, junto con la gaiata de mano ganadora del concurso de este año, elaborada por la Gaiata 5, Hort dels Corders. El Grup Castelló precede después a los clarines de la ciudad, que anuncian por fin la presencia del Sequier Major, el pregoner, en el año del estreno de la estatua en su honor en el Forn del Pla, obra de Jere. Cumpliendo la tradición, Vicente Marzá canta los versos eternos de Artola allí mismo por vez primera pasadas ya las 20.40 h -casi 5 horas después del arranque de la cabalgata-, y más tarde en el Toll (María Agustina), Cardona Vives, plaza de la Paz, Puerta del Sol y avenida Rey don Jaime a las 21.36 h. Tras él, completan la comitiva la carroza con las madrinas de las gaiatas, la Gaiatera de la Casa de València en Zaragoza, Natalia Mora Layunta, la Gaiatera Casa Valencia en Gavà, Núria Porta de la Riva, y seguidamente, la carroza de la Corte de Honor de la Reina Paula Torres Claramonte, con las damas de la ciudad Saray Traver Tena, Marta Olaria Blanch, Carla Collazos Rovira, Claudia Arrufat Muriach, Ana Escudero Monge y Lledó Marzá Bellido.

Ya anochecido, el plan se ha cumplido. Castellón bulle en fiestas. El dia, el tercer domingo de Cuaresma, és arribat. Mañana, la Romeria de les Canyes volverá a simbolizar el lazo invisible que une a todas las generaciones de castellonenses. Porque no és tan sols anar de festa.