Fiesta, turismo, gastronomía… va todo unido. Como un núcleo indisoluble. Ello hace que todas las gaiatas se unan con un mismo objetivo, la celebración de los orígenes de la ciudad y el traslado desde la muntanyeta de la Magdalena que da acceso al puerto del Desierto de Las Palmas, hasta la fértil plana y por supuesto en un asentamiento al mar Mediterráneo, nuestro Mare Nostrum.
No debemos olvidar que también -y muy importante- se trata de una de las fiestas religiosas católicas de nuestra tierra. La de la Magdalena y la de la Mare de Déu del Lledó, nuestra Patrona, coronada en la plaza de la Independencia por decisión del Papa Pio XI en 1922. Sabido es que el inicio de las fiestas varía según la Cuaresma: comienzan el tercer sábado del periodo cuaresmal, con la Romería al día siguiente (hasta el año 1792). En la actualidad y desde 1793, el tercer domingo por decisión del obispo Climent. Y este año las fiestas serán más cortas que en otras ocasiones, debido a que la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo el reloj se adelantará una hora, lo que supondrá una hora menos. Una pequeña pérdida que no mermará la celebración.
Se pretende en este artículo mostrar la necesidad de utilizar una serie de estrategias de comunicación en el plano turístico para la oferta de las fiestas de la Magdalena, declaradas “Bien de Interés Turístico Internacional”. Sobran fundamentos para reivindicar su importancia como hito de turismo cultural de Castellón de la Plana, para que estas fiestas convoquen al turismo.
Los nueve días de fiestas marcan un tiempo de estar con los amigos en las colles: realmente se viven en la calle al contrario que las Fallas. Se reúnen para el esmorzaret en torno a cacaos, aceitunas rotas, tortilla de faves, tramussos, ximos, coca de tomata, longanizas, morcillas y chorizos, y por supuesto los arroces siendo la estrella la paella valenciana de pollo, conejo, costilla de cerdo y verduras; entre ellas la alcachofa de Benicarló, única Denominación de Origen de la provincia). También fideuà de pescado y marisco con o sin allioli. Para el jamón el pa torrat amb tomàquet refregat de tomata de penjar, un poc de sal y un bon raig d´oli de nuestros olivos centenarios.
Sin olvidar, cómo no, las sardinas de bota con pimientos y huevos fritos, figues albardaes, rosquillas de anís o bunyols de carabassa.

- La alcachofa de Benicarló, presente en muchas mesas castellonenses en fiestas.
Antes de la subida a la ermita, las personas recogen las cañas y una vez allí, el rollo, siempre ataviados con la cinta verde, el sombrero y pañuelo también de color verde. Durante el trayecto se para en la ermita de Sant Roc de Canet y allí es momento de la figa i doset. Un amuerzo a lo grande con todos los acompañantes como hemos citado anteriormente de cacaos, tramussos, fiambres y embutidos dels Ports, ¡ah! y tocar la campana, que nos ayudará con el ánimo. La bota de vino colgada al cuello y trago más bien largo, pasa de mano en mano y si se termina, pues se vuelve a rellenar. Algunas personas le añaden alguna bebida secreta. Y no puede fallar el cremaet, también el carajillo de Castelló (muy dulce para mi gusto). Hecho con brandy o ron, se le añade bastante azúcar para que por densidad no se unan el alcohol y el café, granos de café y cortadita de limón sin la parte blanca, pues amarga y… se quema, después se le añade el café, bien calentito para el cuerpo. Moscatel, barreges con cazalla... y ahí van los carros engalanados con todos los productos para almorzar y comer. Vamos.
Con anterioridad a la subida, el sábado y con él, el Pregó, con la compañía de los bailes populares de las distintas poblaciones de la provincia. La gastronomía magdalenera es rica y variada con productos de proximidad, existe una gran variedad de restaurantes y unos platos, principalmente basados en la dieta mediterránea, que son la envidia de muchos lugares.
La evolución de los restaurantes en Castellón de la Plana ha sido a mejor, basando su oferta de platos y elaboraciones en la dieta mediterránea. Tres importantes ingredientes forman la trilogía: Aceite de Oliva Virgen (AOV), cereales y la vid. Alimentos poco procesados y frescos. Desde el mar, todas esas variedades de pescado y marisco del puerto. El mejor puerto pesquero de pesca de bajura de España.

En estos establecimientos evolucionan distintos tipos de cocina, entre las que haciendo un pequeño resumen podemos hablar de: gastronomía internacional, nacional, gourmet vegetariana vegana, de fusión, sostenible, macrobiótica, científica… una propuesta rica para condimentar la oferta turística. Y es que si a nivel nacional, España atrajo a casi 90 millones de turistas hasta el mes de noviembre de 2024 -según los datos estadísticos que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE)- en nuestra provincia, la Diputación nos dice que han llegado casi 2.2 millones. En este punto, podemos decir sin llegar a equivocarnos que un gran número de ellos visitan nuestras fiestas dejando millones de euros en las arcas de los establecimientos hoteleros, restaurantes y cafeterías con tapas.
Resumiendo, muy buena cocina variada en arroces de distintas variedades, pescados, mariscos y verduras, vegetales de proximidad y buenas carnes. Una materia prima inmejorable.
*Doctor en comunicación (Publicidad y Relaciones Públicas)