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Entrevista a Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac

"En EEUU había un optimismo muy alto y en Europa mucho pesimismo, ahora las cosas están cambiando"

  • Kevin Thozet.
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VALÈNCIA. La firma francesa Carmignac, una de las gestoras independientes de inversiones más reputadas de Europa, pasó por València a comienzos de marzo para ofrecer a los inversores su visión sobre el panorama económico y financiero de los próximos trimestres. El encargado de exponer estas previsiones fue Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, quien en una conversación con Plaza destacó la importancia del mercado español para la firma, ya que en este país gestionan 6.000 millones de euros y tienen al 15% de su base de clientes.

 

Además, Thozet indicó que, después de 35 años de historia, un 30% de los activos de Carmignac se encuentran en mercados de renta variable, otro tercio en la renta fija y el resto en fondos multiactivos. Sobre sus previsiones para este 2025, y en relación a la política internacional de EEUU, Thozet subrayó que cada vez existe “más evidencia” de que los aranceles “son reales”, pero también mucha presión “para que solo sean una estrategia de negociación”.

 

Sobre las perspectivas de crecimiento, el miembro del comité de inversión de Carmignac expuso que, marginalmente, el de EEUU “no será tan fuerte como antes”, y a la vez apuntó a la posibilidad de que el europeo “sea mejor del esperado”. “La clave es dónde hay más sorpresas positivas o dónde hay peores noticias”, resaltó. Y, en este sentido, indicó que el alto optimismo de Estados Unidos y al elevado pesimismo en Europa han comenzado a revertirse.

 

- En primer lugar, ¿cuál es el motivo de su visita a València?

 

- Compartir nuestra visión sobre el mundo económico y financiero para los próximos trimestres. Es algo que hacemos de manera regular, una vez al año aproximadamente. Carmignac tiene a siete personas dedicadas a atender a los clientes españoles, y de manera periódica venimos a València para compartir dónde creemos que se puede obtener mayor rentabilidad o dónde hay más potencial en los mercados financieros.

 

- ¿Cuántos activos, clientes y empleados tiene Carmignac en todo el mundo y en España?

 

- A nivel mundial somos 280 personas. Los activos totales son 35.000 millones de euros. En España somos siete personas y supervisamos un total de alrededor de 5.000 millones de euros.

 

-  Han pasado ya más de 35 años desde la fundación de Carmignac, hoy consolidada como una de las mayores gestoras independientes de Europa. ¿En qué punto se encuentra la compañía?

 

- Cuando la empresa se creó hace 35 años contaba principalmente con tres fondos: un fondo de renta variable global, un fondo europeo de renta fija a corto plazo con enfoque defensivo, y un fondo global multiactivos. Esos tres fondos siguen siendo los más grandes de la empresa, pero a lo largo de los años hemos ampliado nuestra oferta con nuevas estrategias, es decir, con nuevos vehículos de inversión y fondos. La manera en que lo hemos hecho ha sido utilizando estos tres productos como base para probar, aprender y desarrollar nuevas capacidades.

 

Hace diez años, nuestras tres estrategias principales representaban más del 90% del total de activos. Hoy en día tenemos siete estrategias clave que están por encima de los 1.000 millones de euros. Además, están las estrategias de crédito y los fondos con vencimiento objetivo, que también superan ampliamente esa cifra. Lo mismo ocurre con la renta fija flexible y con la renta variable en mercados emergentes y europeos, donde nos estamos acercando a esos niveles.

 

 

Así es como hemos evolucionado con el tiempo. Aproximadamente un 30% de nuestros activos están en mercados de renta variable, otro tercio en renta fija y el resto en fondos multiactivos. También hemos incursionado en estrategias alternativas y, desde hace casi un año, hemos desarrollado una oferta de capital privado en mercados secundarios. Mantenemos nuestra independencia y nuestra intención es seguir siendo independientes.

 

- En este sentido, ¿es fácil ser una gestora de activos independiente en un contexto en el que existen grandes gigantes en el sector?

 

- No sé si es fácil, pero creo que es muy gratificante. Con esto quiero decir que, al ser independientes, no dependemos de un banco, una aseguradora, ni de ningún otro respaldo externo. Esto significa que el valor que aportamos a nuestros clientes debe provenir del rendimiento que generamos, ya sea en términos de rentabilidad o del camino que seguimos para alcanzarla. En cierto modo, nuestra independencia nos obliga a ser buenos en lo que hacemos si queremos seguir existiendo a largo plazo. Así que, en ese sentido, ser independientes es un reto, pero también una ventaja.

 

Por otro lado, y en un contexto de gran concentración en el sector y con el auge de ETFs o fondos cotizados y las estrategias pasivas, creo que es fundamental que existan gestoras de activos que hagan las cosas de manera diferente. De lo contrario, tendríamos una especie de uniformidad en los mercados y en la oferta al cliente: si todo el mundo vende ETFs, todos tendrían el mismo rendimiento y la única diferencia sería el nivel de comisiones. Si solo existieran grandes instituciones, el riesgo sería que todos ofrezcan el mismo tipo de productos. Es ahí donde una gestora como Carmignac tiene algo valioso que aportar.

 

- ¿Cómo valora el negocio de Carmignac en España?

 

- España es un mercado muy importante para nosotros y los números lo respaldan. Como ya he mencionado antes, gestionamos 35.000 millones de euros a nivel global y 5.000 millones de ellos provienen de España. Esto significa que el 15% de nuestra base de clientes está en España, lo que es bastante significativo. España es el tercer o cuarto mercado más importante para nosotros en términos de tamaño de activos. Y si miramos la dinámica de crecimiento o los flujos de inversión, el año pasado captamos algo menos de 1.000 millones en España. Esto demuestra que España no solo es un mercado clave, sino también un mercado en crecimiento.

 

- Uno de los asuntos del momento es la nueva forma de negociar de EEUU a nivel internacional. Se ha visto con su posición respecto a Ucrania y con la amenaza de aranceles a Europa, ¿hacia dónde llevará a los mercados?

 

- La percepción general era que EEUU era un caso excepcional, y lo ha sido por tres razones principales. La primera es un gasto extraordinario: un gran impulsor de su crecimiento económico ha sido el gasto fiscal. Esto plantea una cuestión importante, porque una de las políticas clave de la nueva administración de Trump es lo que él llama el Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), liderado por Elon Musk, y su promesa de reducir el gasto público. Por tanto, eliminarlo conlleva un riesgo importante para el crecimiento económico.

 

El segundo factor, como mencionaste, son los aranceles. A día de hoy no está claro si son una realidad o una amenaza. Hay cada vez más evidencia de que son reales, pero también mucha presión para que solo sean una estrategia de negociación. Por ahora, sigue siendo incierto. Pero tanto si tenemos aranceles como si no, la incertidumbre en torno a ellos está teniendo un impacto negativo en el gasto de capital y el consumo.

 

El tercer elemento clave es la secuencia de medidas que está siguiendo la nueva administración de EEUU. En su agenda política hay cuatro medidas principales, tres de las cuales son estanflacionarias y conducen al riesgo de un menor crecimiento y mayor inflación. Son la reducción del gasto público a través del Doge, que implicaría despidos en el sector público; la deportación de inmigrantes ilegales, que actualmente ocupan muchos empleos en EEUU; y los aranceles, que aumentan los costos y reducen la demanda. Si mañana los restaurantes o los hoteles no pueden encontrar empleados, tendrán que pagar más por la mano de obra. Esto no los hará más productivos, pero sí aumentará sus costos. Lo mismo ocurre con los aranceles: generan costos más altos y menor crecimiento.

 

¿Por qué es importante esta secuencia? En EEUU la tasa de ahorro es muy baja, alrededor del 5%, mientras que en Europa está cerca del 14%. Esto significa que el consumo en EEUU depende en gran medida de la rentabilidad de los mercados inmobiliarios, bursátiles y de crédito. Si hay un shock en los mercados financieros, esto afecta directamente al consumo. Por todo esto, hay un riesgo creciente de menor crecimiento económico en EE.UU.

 

- Las bolsas europeas, por el momento, se han visto menos afectadas.

 

- En EEUU había un optimismo muy alto y en Europa un pesimismo muy alto, y ahora las cosas están cambiando. Y eso es importante. La pregunta clave aquí es: ¿cuándo dará marcha atrás Trump?

 

- La geopolítica será, entonces, uno de los factores más importantes a la hora de invertir durante este año.

 

- Sí, es muy importante pero también muy difícil de evaluar porque no se pueden predecir los momentos de mayor tensión. Un analista o un gestor de carteras proyecta los flujos de efectivo en el futuro, pero anticipar la reacción de un político, especialmente cuando puede cambiar de opinión en muy poco tiempo, es extremadamente complicado. Aun así, la geopolítica es un factor clave.

 

 

- Dada la situación, no es sorprendente que un valor refugio como el oro esté en máximos históricos.

 

- No todos los valores refugio están en máximos históricos. Como dices el oro sí lo está, pero los bonos soberanos no. En el entorno que describo el crecimiento económico no será tan alto como lo ha sido. Eso es parte del ciclo económico, sumado a la incertidumbre de la que hablábamos y a los aranceles. Cuando construyes una cartera quieres tener exposición a activos de riesgo y que generen rendimiento. Para quienes tienen un horizonte de inversión a largo plazo, las acciones son una buena opción. Para quienes tienen un horizonte más corto, el crédito, es decir, la deuda corporativa, también lo es. Y, al mismo tiempo, es necesario contar con algún tipo de seguro para el portfolio, y ahí es donde entran en juego los valores refugio.

 

En este contexto, creemos que las acciones son una buena inversión. También lo es el crédito. Pero además de estos activos, se pueden comprar bonos soberanos, por ejemplo, bonos del Tesoro de EEUU con vencimientos de dos a cinco años. También deuda soberana europea con vencimientos similares, aunque personalmente prefiero los bonos estadounidenses.

 

- ¿Cómo evolucionarán los tipos de interés en 2025? Se habla de habrá tres recortes este año.

 

- En esencia, la cuestión es cuándo aproximadamente llegaremos a un tipo de interés del 2% en la Eurozona. La expectativa es que alcancemos el 2% hacia el verano, en julio o quizás septiembre. Hasta ahora, el Banco Central Europeo operaba casi en piloto automático: el año pasado comenzó a recortar los tipos en junio y en seis reuniones los recortó cinco veces. Ahora la dirección ya no está tan clara.

 

¿Por qué? Alemania podría aumentar su gasto con la nueva coalición de gobierno. Estamos oyendo hablar de decenas o incluso cientos de miles de millones que podrían gastarse, lo que tendría un impacto en el crecimiento económico. Después tenemos a Ucrania: si los países europeos tienen que asumir más gasto en defensa esto también generará un incremento en el gasto público, y por último los aranceles, que como mencionaba antes, es una incógnita si son una realidad o una amenaza.

 

Hay quien argumenta que debemos llegar rápido a ese 2% porque el crecimiento económico no es tan sólido, mientras que otros creen que hay que ir más despacio porque podría haber más optimismo. Nuestra opinión es que los tres recortes que mencionas son el mínimo que se hará. Si las perspectivas de crecimiento empeoran, el BCE podría recortar más.

 

- ¿Se recuperará el euro frente al dólar en 2025?

 

- Creo que el euro podría comportarse bastante bien. Tendemos a tener menos exposición al dólar estadounidense de lo que teníamos en el pasado por distintas razones. Ya he hablado del alto optimismo en EEUU y el alto pesimismo en Europa, que ha comenzado a revertirse y el euro y el dólar evolucionan en función de esto. La clave es dónde hay más sorpresas positivas o dónde hay peores noticias. Creo que, marginalmente, el crecimiento económico en EEUU no será tan fuerte como antes, y existe la posibilidad de que el crecimiento en Europa sea mejor de lo esperado. Otro aspecto a considerar es el riesgo de las políticas de Trump, que pueden generar dudas entre los inversores y afectar a su confianza en los activos estadounidenses, incluido el dólar.

 

Además, cuando hablamos de la evolución de la economía estadounidense, hay un factor que aún no hemos mencionado, y es que gran parte de ella estaba ligada a la inteligencia artificial. Hubo grandes flujos de capital hacia EEUU porque se tenía la percepción de que la IA era como una revolución industrial, que vendría con una gran demanda de capacidad de computación para entrenar a estos modelos y para interactuar con ellos y que solo un puñado de empresas estadounidenses eran capaces de proporcionar esta capacidad, todo basado en las GPU de Nvidia.

 

Pero a finales de enero ocurrió DeepSeek y existen otros muchos más modelos que demuestran que se está democratizando el uso de la IA y que cada vez más personas la utilizarán. DeepSeek vino con la constatación de que no se trataba solo de EEUU, de que hay otras áreas de innovación en el mundo. Estos últimos años fueron muy favorables para los activos estadounidenses y tal vez ahora se amplíe el sector. Lo vemos en los mercados financieros: las empresas tecnológicas chinas están creciendo cada vez más.

 

- En este sentido, ¿cuál es la posición de Carmignac respecto a la inteligencia artificial a la hora de invertir?

 

Nos estamos centrando en hardware principalmente. Tratamos de analizar la cadena de valor y ver quién es esencial en ella y qué valoraciones no están demasiado infladas. Tenemos a Nvidia, a la que todo el mundo observa. Nosotros tratamos de analizar quiénes trabajan con ellos o están por delante de ellos, pero con valoraciones más razonables. Hay empresas, como un grupo taiwanés llamado Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), que es una pieza clave: trabajan con Nvidia y con todos los fabricantes de chips del mundo, y necesitamos sus semiconductores para la digitalización global. Otra área en la que invertimos son las aplicaciones, básicamente software, ya que pueden beneficiarse de la inteligencia artificial.

 

- ¿Y respecto a las criptomonedas?

 

No invertimos en criptomonedas porque no se nos permite hacerlo. La única forma en la que podríamos hacerlo sería comprando acciones de empresas que invierten en criptomonedas, como MicroStrategy o Coinbase, pero no lo hacemos. ¿Por qué? En primer lugar, algunos de estos modelos de negocio pueden ser cuestionables. Por ejemplo, y resumiendo un poco, MicroStrategy pide dinero prestado en los mercados de deuda para invertir en criptomonedas. Es un negocio en el que no queremos participar.

 

Y si hablamos de diversificación, cuando quiero diversificar busco un activo refugio seguro, y no estoy del todo seguro de que las criptomonedas lo sean. Esa es la segunda razón por la que nos mantenemos al margen. Existe la idea de que las criptomonedas son una reserva de valor, un activo muy defensivo y seguro. Sin embargo, lo que hemos visto, incluso recientemente, es que se han producido algunos robos, algo así como asaltos a bancos, en algunas plataformas de criptomonedas.

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