VALÈNCIA. El nuevo Audi A6 Avant es sinónimo de viajes de primera clase. La suspensión neumática adaptativa, la dirección a las cuatro ruedas, la hibridación MHEV plus y otras tecnologías garantizan una conducción cómoda y un manejo dinámico. Los ingenieros recorren innumerables kilómetros de prueba para recopilar impresiones subjetivas que luego se evalúan con criterios objetivos. El resultado: sistemas de conducción perfectamente calibrados y equilibrados.
Cuando conduces un A6 Avant, lo notas enseguida: ¡es un auténtico Audi! El A6 Avant encarna la experiencia de la clase ejecutiva como ningún otro modelo, con un confort de marcha que se hace especialmente evidente en los viajes más largos. La suspensión neumática adaptativa y la dirección a las cuatro ruedas de las variantes quattro contribuyen de manera decisiva a ello, mejorando de forma significativa la maniobrabilidad a bajas velocidades y aumentando notablemente la precisión y la estabilidad a la hora de circular por autopista. Tanto las suspensiones estándar y deportiva -ambas con muelles de acero- como la suspensión neumática adaptativa cuentan con nuevos reglajes. En particular, esta última permite al conductor experimentar la amplia gama de ajustes entre los perfiles comfort, balanced y dynamic del sistema de conducción dinámica Audi drive select.
“El A6 Avant combina una conducción muy suave y cómoda con un manejo deportivo”, explica Peter Knauer, responsable del desarrollo y la validación de las características de la suspensión en Audi. “Ya sea en largos tramos de autopista o en carreteras sinuosas, con buen asfalto o en superficies con baches, en tráfico con paradas frecuentes o al adelantar, el A6 Avant ofrece una sensación de conducción de primera clase en todas las situaciones”, añade Knauer.
El resultado es una combinación perfecta de las características de conducción típicas de Audi: precisión, control, solidez, conexión y equilibrio. Este ADN se puede experimentar en todos los Audi, pero la configuración varía en cada modelo, dependiendo de su concepto. “Después de determinar la configuración básica de un modelo durante la fase de desarrollo, cada equipo individual afina su contribución, como el sistema de control ESC, el ajuste de los amortiguadores y el sistema de vectorización del par”, explica Peter Knauer. “Solo cuando todos los sistemas están perfectamente equilibrados logramos la experiencia de conducción típica de Audi”.
Ajuste integral: así se realizan las evaluaciones
Para lograrlo, las simulaciones por ordenador y las exhaustivas pruebas de conducción arrojan criterios de evaluación tanto subjetivos como objetivos. Deben cumplirse las mediciones básicas previstas, pero no todos los aspectos pueden verificarse solo con números: es necesaria la evaluación subjetiva de los desarrolladores experimentados de Audi.

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Algunos ejemplos de criterios de evaluación son la respuesta y el tacto de la dirección, así como el seguimiento en situaciones de conducción específicas, como puede ser el frenado con la actuación del ABS a diferentes velocidades y con diferentes coeficientes de fricción; por ejemplo, bajo aquaplaning, en condiciones de hielo y en superficies de alta adherencia. Los modelos también se prueban en carreteras en mal estado con irregularidades transversales y longitudinales, donde el vehículo debe mantenerse estable y mostrar una suspensión y amortiguación cómodas. “Al conducir sobre grandes ondulaciones nos aseguramos de que la suspensión se comporte de manera adecuada tanto en expansión como en compresión. El nuevo A6 parece flotar sobre la carretera, especialmente con la suspensión neumática”, explica Knauer.
Las pruebas de alta velocidad y los ensayos en circuitos de handling también ayudan a lograr el equilibrio perfecto entre estabilidad y precisión de la dirección. Entre otros aspectos, Audi define un manejo controlado a través de una entrada precisa y predecible en las curvas. En situaciones de transferencia de carga, el A6 Avant está diseñado para responder de forma más cómoda y menos ágil que un modelo centrado únicamente en la deportividad, aunque ambos vehículos tienen que cumplir especificaciones y valores objetivo predefinidos. Finalmente, la excelente maniobrabilidad a bajas velocidades en el tráfico urbano y su capacidad para mantener la trayectoria recta a altas velocidades en autopistas hacen que el A6 Avant sea fácil de controlar.
Un factor clave para la conducción: la tecnología MHEV plus
Para garantizar una experiencia de conducción típica de Audi, todos los sistemas deben interactuar de manera armoniosa. La gestión del motor y la transmisión, así como los sistemas de control de la suspensión del nuevo A6 Avant están ajustados con precisión para funcionar perfectamente en conjunto. En términos de configuración. el tren motriz híbrido ofrece nuevas posibilidades y plantea nuevos desafíos. “Tuvimos que equilibrar al máximo el confort y la capacidad de respuesta espontánea”, explica Steffen Zäpfel, desarrollador de sistemas de conducción y energía en Audi. “La tecnología MHEV plus permite la conducción parcialmente eléctrica, proporciona un par adicional y también permite que el vehículo recupere energía. El encendido y apagado del generador del tren motriz es completamente imperceptible para el conductor. Sin embargo, notará una respuesta más espontánea y directa al pedal del acelerador, que es el resultado de la potencia adicional, manteniendo el mismo nivel de tracción”, detalla Steffen Zäpfel.

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Al igual que con la aceleración, las sofisticadas tecnologías que trabajan inteligentemente de forma conjunta también se utilizan durante la desaceleración, sin que el conductor lo perciba. El sistema MHEV plus devuelve energía eléctrica a la batería con una potencia de hasta 25 kW. El sistema de control de frenado integrado garantiza la capacidad de deceleración sin apenas aplicar presión al pedal, en la mayoría de los casos sin utilizar el freno de fricción y logrando la mejor regeneración posible. El vehículo no aplica el frenado de fricción hasta que se pisa más fuerte el pedal del freno. Desde el inicio del desarrollo se prestó una atención especial a la hora de lograr el equilibrio perfecto entre los sistemas para proporcionar el mayor nivel posible de calidad en la conducción.
Los desarrolladores documentan todo el trabajo de ajuste y puesta a punto con un detallado gráfico de radar, un patrón que se utiliza en función del modelo específico dentro de la gama Audi. Al fin y al cabo, cuanto más equilibrada y sensible sea la cablibración entre la suspensión y el sistema de propulsión, más controlada y dinámica será la sensación de conducción, tanto en situaciones cotidianas como en los escenarios de conducción más exigentes.