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Oltra dimite disparando contra todos

  • Foto: KIKE TABERNER
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VALÈNCIA. Mónica Oltra ya no es vicepresidenta del Consell del Botànic II. Tampoco portavoz del Gobierno valenciano, consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, ni diputada en Les Corts Valencianes. La líder de Compromís renunció este martes a todos sus cargos después de que el jueves pasado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) la citara a declarar como imputada el próximo 6 de julio por la gestión de los abusos de su exmarido a una menor tutelada.

La exvicepresidenta del Ejecutivo valenciano anunció su dimisión minutos antes de que comenzara la ejecutiva de Compromís en la que se iba a abordar su continuidad o no en el Consell. Lo hizo por sorpresa. Nadie esperaba que acudiera allí, pues horas antes había excusado su asistencia para que la coalición pudiera tomar una decisión de este calibre de la forma más "cómoda" posible. O dicho de otro modo: que Més, Iniciativa y VerdsEquo resolvieran si apartarla o no sin tener que estar ella presente. 

Pese a que ella misma aseguró su continuidad el pasado viernes, la decisión no podría tildarse de inesperada, puesto que la presión había crecido en los últimos días con la irrupción en escena de los medios nacionales y la aparición de ciertas grietas en el apoyo de su propio partido. Es más, desde hace días se especulaba con que finalmente fuera el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien acabara destituyéndola como número dos del Ejecutivo si la líder de Compromís no tomaba la iniciativa. Finalmente, el primer escenario se impuso este lunes. 

Llegada de Oltra a la sede de Compromís este martes. Foto: KIKE TABERNER

Oltra se marcha y lo hace en un tono que no podría considerarse ni afable ni pacífico. Ni hacia Puig, ni hacia al PSPV, su socio en el Gobierno durante siete años, ni tampoco hacia la prensa ni la justicia. Pero en especial, a los dos primeros, a quienes dirigió su principal recado y a los que en cierto modo culpó de su salida. "No voy a comprometer el proyecto de cambio que este gobierno empezó en 2015. Y cuando digo no comprometer, me refiero a no dar la coartada a nadie para decidir unilateralmente que Compromís no sea parte del Gobierno valenciano. No voy a ser la coartada para que tiren a Compromís del Consell, ni le voy a dar la coartada al PSOE para que fulmine las políticas del Botánico".

Horas antes, huelga recordar, se venía barruntando la posibilidad de que Puig la cesara en el cargo y ello conllevara la ruptura del Botànic II con la consiguiente salida de Compromís del pacto. Algo que, en función de a quién se le preguntara, hubiera traído aparejada una convocatoria electoral o, en su defecto, que el jefe del Consell gobernara en minoría. Ante este escenario, los valencianistas como Joan Baldoví habían advertido que una resolución de este calado debía adoptarse de forma "colectiva" y no "unilateral". 

La ya exportavoz del Gobierno valenciano, sin embargo, defendió este martes que no iba a brindar esa oportunidad porque "eso" ya lo había "vivido antes", en una clara alusión al adelanto electoral que decretó Puig en 2019 para hacer coincidir los comicios nacionales con las autonómicas el 28 de abril, maniobra que propició un leve crecimiento de los socialistas en Les Corts.  

Visiblemente dolida con Puig, con los socialistas y "los señores fuentes" que, a su juicio, filtran información a la prensa para forzar su salida del Consell, Oltra admitió que decía adiós con la cara bien alta, pero "los dientes apretados porque ganan los malos". ""Esta historia pasará a la historia de la infamia jurídica, política y mediática de este país", resumía la líder de Compromís. 

Foto: KIKE TABERNER

Una tesis que ha venido defendiendo la coalición basada en que todo el proceso era una "cacería" de la extrema derecha. "Nos están fulminando uno a uno con denuncias falsas y el día que ustedes quieran reaccionar les habrán fulminado a ustedes también", afeó a una sala desbordada de medios de comunicación, nacionales y autonómicos. 

El adiós de Oltra podría suponer un antes y un después en las relaciones que mantengan de ahora en adelante los dos socios mayoritarios del Gobierno. De hecho, la convivencia entre ambas fuerzas ya se ha resentido los últimos días y muestra de ello es que la propia exvicepresidenta ni siquiera había comunicado al jefe del Consell que abandonaría el Botànic II antes que a los medios de comunicación. 

Tras asegurar que no le había comunicado a Puig su decisión para evitar que algunos medios de comunicación se enteraran antes y que todos pudieran hacerlo "en igualdad de condiciones", Oltra miró a las cámaras allí presentes y aprovechó para lanzar su mensaje formal: "Señor presidente, esta es mi decisión". "Me senté con Puig en 2019 en el mismo sitio que en 2015. Le dije que éramos los mismos pero no era todo igual. Le dije que cuando a él le votaramos para investirle -Compromís-, te daré la capacidad de cesarme. Él me dijo que no, pero ya lo había hecho al adelantar las elecciones. Esa es la única vez que hablé con Puig sobre esto", concluyó la líder de Compromís.

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