Desde tiempos inmemoriales, la sociedad ha avanzado pese a guerras, desastres naturales, pandemias y personas desalmadas. Este progreso siempre ha descansado sobre tres pilares: educación, transmisión cultural y sanidad.
Estos tres vientos han disipado la destrucción y llevado consigo las semillas del ímpetu y la esperanza, sembrándolas en nuestra tierra. Hoy, observamos cómo intentan encerrarlos de nuevo en una caja que recuerda a la de Pandora, pero llena de hedor. Debemos recordar el peligro que corre nuestra sociedad si se corrompe esta brisa, y en especial la de la sanidad.
Imaginen lo que significa para un médico o un cirujano prestar un juramento de sacrificio, protección y dedicación, no hacia una persona concreta, como en el matrimonio, sino hacia todos: incluso aquellos que aún no conocemos y que algún día cruzarán nuestro camino. Eso es lo que siente quien ejerce la medicina con vocación. Tradicionalmente, los poderes políticos han aprovechado esta vocación y la falta de unidad del colectivo médico.
Piensen hasta dónde ha llegado nuestro hartazgo, especialmente del colectivo médico. Sabemos que el perjudicado es siempre el paciente, pero hemos tenido que declararnos en huelga para defender nuestros derechos. Las condiciones laborales son injustas: exceso de horas, muchas sin cotizar para la jubilación, sueldos precarios comparados con el resto de Europa, y la amenaza de una modificación peligrosa del estatuto marco. Todo ello ha colmado el vaso.
Pero la justicia laboral solo será posible si el colectivo sanitario se une y la sociedad toma conciencia de nuestra situación. Recordemos nuestro compromiso social: luchamos frente a la pandemia de COVID-19, y nos aplaudieron. Ese mismo reconocimiento puede ser ahora la fuerza que nos permita conseguir lo que reivindicamos: derechos dignos y una atención sanitaria de calidad.
Solo cuando ustedes nos acompañen en las manifestaciones y en la protesta, y el colectivo sanitario se una de manera firme y verdadera, podremos garantizar mejoras reales. El Juramento persiste, pero debe ser mutuo.
José Antonio March Villalba es médico y cirujano
