CASTELLÓ. La Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha emitido una resolución favorable a la modificación sustancial de la autorización ambiental integrada (AAI) de Colorobbia España S.A., lo que permite a la multinacional, dedicada a la fabricación de fritas, esmaltes y pigmentos cerámicos, acometer una importante ampliación de sus instalaciones en el polígono industrial de Vilafamés I.
El proyecto contempla la incorporación de dos plantas de generación de oxígeno, nuevas líneas de frita de chapa y granilla, la ampliación de la línea de esmaltes cerámicos, la construcción de molinos y silos para tintas cerámicas, una nueva línea de tintas textiles, así como la implantación de una línea de vidrio y Feeder. También se prevé la creación de nuevos centros de transformación eléctrica y generación de aire comprimido, una nave taller y la reubicación del ecoparque. La empresa estima que, una vez completadas estas actuaciones, su capacidad máxima de producción aumentará en 41.541 toneladas anuales, tal y como consta en la resolución, publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana el 6 de octubre de 2025. Una autorización que responde a la necesidad de adaptar la AAI a las ampliaciones industriales planteadas por la mercantil.
Medidas ambientales y control de emisiones
El informe reconoce que la instalación se ubica en un entorno industrial con todos los servicios urbanísticos, a unos 2,5 kilómetros del casco urbano. Identifica la emisión de partículas a la atmósfera como el principal impacto ambiental del proceso, por lo que la empresa aplica las mejores técnicas disponibles: filtros de mangas, hornos adaptados al sistema oxigas para reducir CO y NOx, uso de combustibles bajos en azufre y molturación húmeda para minimizar el polvo en la elaboración de esmaltes.
La planta cuenta con vertido cero de aguas industriales, ya que el circuito de producción recircula el agua a través de dos depuradoras y un sistema de reutilización en el proceso de cristalización de fritas. Los lodos resultantes se gestionan mediante gestores autorizados. Las aguas sanitarias se derivan al alcantarillado municipal y las pluviales se canalizan hasta el barranco de la Puebla, con control de posibles derrames.
Para minimizar el ruido, Colorobbia implementará aislamiento acústico, silenciadores y apantallamientos, con un nivel previsto inferior a 70 dB(A) en horario diurno y 60 dB(A) nocturno. Además, se aplicarán medidas de prevención de contaminación del suelo y de acuíferos, ya que la industria se sitúa en un área con vulnerabilidad media para la recarga subterránea.
Vigilancia y plazos
La resolución aprueba el proyecto a los solos efectos ambientales, siempre que el mismo se desarrolle de acuerdo con lo establecido en el estudio de impacto ambiental, el proyecto técnico y demás documentación obrante en el expediente, y condicionando su ejecución al cumplimiento del plan de vigilancia ambiental propuesto, que incluye controles periódicos sobre consumo de recursos, residuos, ruido y vertidos. El documento especifica que la declaración de impacto ambiental perderá vigencia si las obras no se inician en el plazo de cuatro años desde su publicación oficial.
El proyecto no afecta a ningún espacio natural protegido ni a zonas de la Red Natura 2000, aunque la parcela colinda con suelo forestal, motivo por el cual se refuerzan las medidas de contención y vigilancia.