CASTELLÓ. El grupo empresarial de Samuel Suller amplió el año pasado su rama de negocio cerámico con la adquisición de la azulejera de l'Alcora Ceracasa, a la que sumaba New Tiles, con instalaciones también en la localidad de l'Alcalaltén. Ahora impulsa una ampliación y modernización de la planta de Ceracasa con el objetivo de concentrar en esta última fábrica toda la producción del grupo. De forma que ambas marcas se comercializarán de forma autónoma y sus azulejos serán elaborados desde una única plataforma. Por su parte, las instalaciones de New Tiles continuarán de apoyo logístico.
Así, Asunosa, matriz de Suller, encara planes de expansión en el azulejo en un momento que la industria muestra signos de reactivación. Su idea pasa por ir trasladando de manera paulatina toda la producción a Ceracasa y alcanzar una capacidad de 18 millones de metros cuadrados al año. Mientras tanto, Ceracasa y New Tiles seguirán vendiéndose de forma diferenciada para aprovechar la proyección y potencialidad de cada una.
El grupo de Suller ya dio el pasado año un golpe de timón en la industria con la operación de compra de Ceracasa, una emblemática azulejera de l'Alcora creada en 1984 pero que entonces encaraba graves dificultades económicas y que evitó el cierre con la llegada de un nuevo inversor. De hecho, el nuevo propietario ha resaltado la importancia del nombre de Ceracasa y ha trasladado que quiere volver a convertir la marca "en un referente mundial". Al respecto, promueve nuevas inversiones para adecuar la planta, con la instalación de hornos de última tecnología y de una atomizadora que reduzca las emisiones de C02.
Inversiones Suller empezó en 2023 a reforzar la división cerámica con la venta de la mayor parte de las acciones de su empresa de palets a la norteamericana UFP Industries. Luego, a primeros de 2024 realizó una ampliación de capital en New Tiles, y remató el ejercicio con su entrada en Ceracasa. En su azulejera primigenia (New Tiles) logró en 2023, según las últimas cuentas públicas, unas ventas por un valor de 23,3 millones de euros y unos beneficios de 318.000 euros. El 42,50% de la facturación correspondió al mercado nacional y el resto al internacional. Asimismo, cuenta con otra comercializadora, Drevex Ceramics, con sede en Onda.
