CASTELLÓ. En un momento en que la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad global, el sector cerámico de Castellón –clave para la economía de la provincia– está demostrando que innovación y tradición pueden ir de la mano. Equipe Cerámicas es un ejemplo de esta transformación, al integrar la economía circular como eje estratégico de su modelo productivo.
Lejos de ser una simple respuesta a las normativas ambientales o una moda pasajera, la empresa ha apostado por replantear su forma de trabajar para minimizar el impacto ambiental y maximizar el aprovechamiento de recursos. “Cada kilo de material que no se desperdicia es un paso hacia una cerámica más responsable y eficiente”, señala el responsable técnico de la planta.

Materias primas reutilizadas y embalajes más sostenibles
Uno de los pilares de esta estrategia es la reutilización de residuos generados durante la fabricación de las piezas cerámicas. Barros, lodos, polvo cerámico y restos de baldosas defectuosas se reincorporan al proceso como materia prima, reduciendo así el uso de arcillas vírgenes y la generación de residuos.
En el área de embalaje, Equipe Cerámicas utiliza exclusivamente cartón reciclado. Además, el cartón sobrante durante el proceso de preparación de pedidos se reintegra al sistema, lo que ha permitido reducir su consumo anual. El diseño del packaging también se ha optimizado para usar menos cartón y plástico, disminuyendo así el volumen y peso de cada paquete.
La empresa también reutiliza los pallets de madera que recibe de sus proveedores, disminuyendo el consumo de nuevos materiales en logística.
Ahorro de agua y energía
Otro de los avances destacados es la gestión del agua. El agua empleada en los procesos industriales se trata en balsas de decantación y se reutiliza en un circuito cerrado, lo que evita vertidos y reduce significativamente el consumo hídrico.
En materia energética, Equipe Cerámicas ha implementado sistemas de recuperación del calor generado por los hornos para aprovecharlo en otras fases del proceso, como el secado de las piezas. Además, ha incorporado un horno eléctrico de última generación que mejora notablemente la eficiencia energética. Mientras que un horno de gas solo aprovecha un 18% de la energía térmica para la cocción, el horno eléctrico alcanza un 45% de eficiencia.

Diseñadas para reciclarse
Al finalizar su vida útil, las baldosas pueden reciclarse y utilizarse como árido o como materia prima en nuevos productos cerámicos o de construcción. Las piezas producidas por Equipe Cerámicas están certificadas con la Declaración Ambiental de Producto (Global EPD), de acuerdo con las normativas UNE-EN ISO 14025:2010 y EN 15804:2012+A1:2013.
Una cerámica con compromiso
Para Equipe Cerámicas, la baldosa es más que un elemento decorativo: es una oportunidad para fabricar de forma más consciente y sostenible. “La economía circular no es un objetivo lejano, sino una práctica real que ya estamos aplicando cada día”, aseguran desde la empresa.
Con cada pieza que sale de sus instalaciones, Equipe Cerámicas reafirma su compromiso con el entorno, con los recursos naturales y con las generaciones futuras.