CASTELLÓ. La campaña citrícola valenciana en marcha avanza marcada por una dualidad poco habitual: las dos ramas mayoritarias, las naranjas y las mandarinas, viven una realidad totalmente diferente. Así ha sido desde el inicio de la temporada, y se mantiene cuando esta ya ha llegado a su ecuador.
Tanto es así que una variedad de naranja de una gran calidad y tradicionalmente muy bien aceptada por los lineales de los supermercados, la navel lane late, que recientemente arrancó la recolección con unas cotizaciones más que modestas, viene registrando incluso caídas de precios. Así lo recoge la Lonja de Cítricos de Valencia, que además señala que registra pocas compras en el campo en las cuatro semanas en que ha dado información sobre ella.
Confirma lo temido
Con ello se confirman los peores augurios del sector, que ya había alertado del peligro de que las navel (y la lane late es la más apreciada) se acabasen contagiando de los precios de escándalo de las navelinas. La horquilla de cotizaciones que esta semana recoge la Lonja para aquellas se mueve entre los 0,14 y los 0,235 euros el kilo. Solo estos últimos servirían para que los agricultores cubriesen los costes de producción.