CASTELLÓ. Enrique Vidal ya está al timón del puerto de Castellón. Un acto sobrio, pero también emotivo para él, con recuerdos y alusiones a sus familiares más cercanos, sirvió este martes para que el economista castellonense atracase de forma oficial en el muelle de la Autoridad Portuaria local. Y él mismo se encargó de fijarse alguno de los objetivos para su mandato.
En la vertiente económica, el reto principal estará en materializar "los 147 millones de euros que recoge nuestro plan de empresa para inversiones productivas en los próximos 5 años". Cierto es que obras en marcha y a punto de comenzar hay muchas, y el propio Vidal ya las citó -como también el president de la Generalitat, Ximo Puig, y el de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez-, con el acceso sur y la conectividad ferroviaria como máximos exponentes. Pero no lo es menos que los trámites administrativos siempre hacen complicado llegar a materializar todas las previsiones.
Octopus, otro de los desafíos
También el proyecto Octopus, con el que atraer empresas a la dársena sur, es otro de los retos a corto plazo, que Vidal agradeció a su predecesor, Rafa Simó (que prefirió dejarle todo el protagonismo al nuevo presidente); como también todas las actuaciones para seguir avanzando en las materias medioambiental y social, de forma que el puerto arraigue "más entre sus vecinos".