VILA-REAL. El presupuesto de Vila-real de 2025 aún tendrá que esperar una semana más para entrar en vigor. El pleno aprobó el 27 de mayo el proyecto inicial, que encaró el proceso de exposición al público. Una alegación presentada este viernes, en el último día de plazo, por un sindicato de la Policía local, demora otros siete días su aprobación definitiva. Según fuentes municipales, el próximo jueves el pleno desestimará esta propuesta y al día siguiente el presupuesto de este ejercicio ya estará vigente.
El ayuntamiento ha funcionado con el presupuesto de 2024 prorrogado y hasta mayo no pudo iniciar su tramitación por dos motivos, fundamentalmente: la demora del Consell en concretar el programa de servicios sociales, de 2,5 millones de coste, y la aparición de nuevas sentencias relacionadas con cuestiones urbanísticas de la época del PP. El gobierno muncipal ya preveía activarlo este mismo sábado porque hasta este viernes no se habían presentado alegaciones, pero al final el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos de la Policía Local ha presentado una iniciativa reclamando más consignación para el pago de horas extra.
Así, que el presupuesto estará en marcha el 27 de junio, en pleno ecuador del año. Se trata del primero consensuado en el seno de gobierno de coalición, formado por el PSPV y Compromís. Pese a la tardanza, su entrada en vigor es clave para financiar convenios con el tejido asociativo y social de la ciudad e impulsar nuevas inversiones. Seguirá condicionado por el pago de sentencias, reservándose 4,5 millones para el abono de estas resoluciones y deuda, pero contempla la cifra más alta de la historia del Ayuntamiento, con 66 millones de euros, un 13% más que en 2023.
4,5 millones en inversiones
El ejecutivo local proyecta las cuentas como "las del renacimiento" de Vila-real y resalta su apuesta por servicios públicos y por la mejora del patrimonio municipal. Dentro de un contexto de estreches, en inversiones ha previsto 4,5 millones para la realización de una treintena de actuaciones, entre otras, las reformas del Antiguo Escorxador, el Molí de la Vila, la plaça d'Aliaga, el Bingo, la Alqueria del Barri Botànic Calduch, la urbanización de la calle Isabel Villena, la Casa Museu Llorens-Poy, la segunda fase del albergue municipal, la modernización lumínica del Museo de la Ciutat Casa de Polo, el cambio de butacas en el Auditori Municipal, o la demolición de construcciones en la calle Jérica.
Por su parte, el gasto de personal comprende los 24,4 millones y los contratos corrientes (limpieza, agua o recogida de basura), entre otros, 28,32 milones.