VILA-REAL. Una delegación del Ayuntamiento de Vila-real, encabezada por el alcalde, José Benlloch, y la vicealcaldesa, Maria Fajardo, ha visitado recientemente las nuevas instalaciones de Facsa, empresa concesionaria del suministro de agua potable y de la red de saneamiento. "La gestión eficiente del agua es una prioridad para Vila-real. Continuamos invirtiendo, de la mano de Facsa, para garantizar un servicio moderno, seguro y respetuoso con el medio ambiente", ha indicado Benlloch durante la visita a este nuevo centro de control y telemando de Facsa, equipado con tecnología de última generación que permite "garantizar una gestión eficiente, sostenible y adaptada a las necesidades de la ciudad", han indicado desde la mercantil. Este espacio incluye una escuela-taller de Formación Profesional y una aula divulgativa, orientadas a impulsar la profesionalización del sector y a fomentar la cultura del agua entre las nuevas generaciones vila-realenses.
Según los datos proporcionados por la adjudicataria, en los últimos 27 años, Vila-real ha conseguido reducir un 38% el consumo de agua a pesar de que el número de abonados ha crecido un 39%. Esto ha sido posible gracias a una gestión eficiente y a la modernización constante de la red, que ha permitido pasar de un rendimiento del 23% en 1998 al 81% en 2025, por encima de la media estatal (75%) debido, explican, a la sectorización de la red municipal para detectar y reparar fugas, la implantación de sistemas de telecontrol y la gestión activa de la red.
A lo largo del tiempo de contrato y hasta diciembre del 2024, se han renovado 35 kilómetros de red y se han ejecutado obras clave como un nuevo depósito en Court de Cariñena; nuevo depósito y bombeo a Amorós; renovación del depósito de la Bassa del Poble; conexión de los depósitos principales al Consorcio de la Plana; instalación de plantas de carbón activo granulado; medidores de turbidez, cloro, pH y temperatura en continuo o la conexión del depósito de la CV-20 para reforzar el suministro industrial.
La digitalización también ha avanzado en la ciudad con la implantación de sistemas de telecontrol y de 1.550 contadores de telelectura, puesto que estos mecanismos resultan fundamentales para reducir pérdidas de agua y mejorar la eficiencia al tener acceso a mucha información. Desde Facsa también explican que Vila-real mantiene una de las tarifas de agua más bajas de la provincia, con un incremento del 55% desde 2002, inferior al IPC acumulado (69,5%). Además, durante estas casi tres décadas, se han suministrado sin coste 7 millones de m³ de agua a escuelas, parques, jardines, fuentes y edificios municipales.
Entre las acciones de futuro previstas está disponer de contadores de telelectura en dependencias, parque y jardines; incorporar placas solares a las cubiertas de los depósitos para el autoabastecimiento y la colocación de grupos electrógenos en instalaciones críticas, además de continuar con la renovación de la red.
"Esta colaboración con FACSA nos permite avanzar hacia un modelo más eficiente y sostenible. Estamos reduciendo al mínimo las pérdidas y mejorando la detección de incidencias, cosa que repercute directamente en el bienestar del vecindario", ha destacado el regidor de Territorio, Emilio M. Obiol. Por su parte, Maria Fajardo, responsable de la red de saneamiento, ha destacado que "esta visita nos ha servido para comprobar cómo las nuevas herramientas de control nos permiten actuar de manera mucho más ágil ante cualquier problema en el sistema de alcantarillado, mejorando tanto la prevención como la respuesta ante episodios de lluvias intensas o averías puntuales".