CASTELLÓ. Las deformidades congénitas del tórax son un conjunto de patologías de la pared torácica que aparecen bien en la infancia o en la adolescencia y se caracterizan por una alteración estructural o estética de la pared, que puede producir una compresión de las estructuras viscerales como sucede en el corazón o en los pulmones. En otras ocasiones, es simplemente una alteración visual y, por lo tanto, se puede observar una alteración estética en el tórax del paciente. Los síntomas de las deformidades congénitas son dolor en la pared torácica, arritmias y cansancio.
Tal y como explica el Dr. Galbis Caravajal, médico especialista en cirugía torácica del Hospital Vithas Castellón, “los casos que más diagnosticamos son el pectus excavatum, que es el pecho hundido o en embudo, y el pectus carinatum, que es el pecho hacia fuera, también conocido como pectus en pichón, ambas patologías muy frecuentes en la adolescencia y que tiene como tratamiento la cirugía o el uso del corsé. En algunos pacientes se realizan ambos, ya que en algunos casos puede combinarse”. El doctor comenta que “esta patología se presenta en aproximadamente uno de cada 400 nacidos, pero es cada vez más frecuente el incremento de consultas por las alteraciones del tórax hundido que no entrañan ningún problema más que el aspecto estético, de gran importancia en algunos adolescentes”.
En este sentido, el especialista recomienda “una valoración lo más temprana posible del niño, ya que la alteración de la pared va aumentando con el crecimiento y hay que valorar la evolución. De esta manera, nosotros podemos hacernos una idea de cómo va evolucionando y plantear al paciente un tratamiento menos agresivo, al poder moldear el tórax de forma más sencilla y llevarlo a su sitio en caso de ser necesario” comenta el Dr. Galbis. Asimismo, el especialista añade que “con el tratamiento precoz de estas patologías conseguimos que los órganos puedan desarrollarse con normalidad, y así evitamos patologías cardiacas como la compresión del ventrículo derecho, la rotación del eje cardiaco y la compresión de los pulmones, que, en este caso, con el tratamiento el paciente podrá respirar mucho mejor ya que aumentará su capacidad pulmonar”.
Una solución para la sudoración palmar
En la especialidad de la cirugía torácica se tratan otros problemas como la sudoración excesiva de las palmas de las manos. Para ello el doctor explica que “la hiperhidrosis palmar primaria es un problema relativamente frecuente, y que puede condicionar la vida de la persona que lo padece. En estos casos, si el tratamiento farmacológico no funciona, la única solución es la cirugía que consiste en hacer una simpatectomía, que consiste en introducir una óptica en la cavidad torácica a través de una pequeña incisión entre dos costillas a nivel axilar. Una vez dentro, se identifica la cadena nerviosa simpática, que discurre sobre la cara interna de las costillas, y se secciona con electrocoagulación, a la altura del 2º ganglio.

- El Dr. Galbis Caravajal
De ahí es de donde parten los nervios que estimulan las glándulas sudoríparas de las manos, por lo que al desaparecer el estímulo desaparece el sudor. Se repite el mismo procedimiento en el otro lado. Se precisa anestesia general y requiere un ingreso hospitalario de 1 día”. La especialidad de la cirugía torácica trata enfermedades tales como el cáncer de pulmón; neoplasias epiteliales del timo y otros tumores del mediastino; derrame pleural maligno; mesotelioma; tumores de esternón y pared torácica; empiema; neumotórax primario y secundario; patología de la tráquea; cirugía de reducción de volumen en enfisema y nódulo pulmonar solitario.