VALÈNCIA. Fue también un día 9, pero del mes de abril, cuando el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) recogía la creación de un reconocimiento institucional que distinguiría las más destacadas contribuciones en beneficio de la Comunitat Valenciana. El año era 1986 y el decreto, firmado por el ‘president’ Joan Lerma, fue el primero en mencionar la Alta Distinción de la Generalitat. Hoy, 35 años después, 75 personas y colectivos han sido condecorados con este galardón. Entre ellas, casi una veintena de personalidades vinculadas a la política, otras tantas al mundo de las artes y la cultura, y ocho relacionadas con la ciencia y la medicina. Pero el primero en recibirlo fue un ingeniero agrónomo de Sax.
En una tierra tan ligada al campo, el Consell concedió a título póstumo su Alta Distinción de 1986 a Pascual Carrión, de quien destacó su contribución en el ámbito de la agricultura. No en vano, realizó grandes avances en este sector y fue parte activa de la ley de reforma agraria de 1932. Un año después, en su segunda deliberación, Joaquín Muñoz Peirats fue distinguido con el premio también a título póstumo. Político y miembro del plenario que aprobó el proyecto del Estatuto de Autonomía, fue uno de los primeros elegidos por un galardón que ya en su texto fundacional ponía énfasis en la consolidación “del proceso autonómico y sus instituciones en el marco del Estatuto”.
En estos primeros años, en los que no eran raras las condecoraciones a personajes ya fallecidos, se reconoció también la labor de instituciones de gran relevancia histórica como el Tribunal de las Aguas, y se ensalzó igualmente a la ciudad de Alicante y la Festa d’Elx. Y ya en la década de los 90, la política ocupó un plano aún más destacado si cabe con hasta seis premiados, muchos de ellos ligados al devenir y la configuración de las instituciones valencianas, como José Luis Albiñana, Enrique Monsonís, Emilio Attard o Manuel Broseta, este último póstumo al ser asesinado por ETA. En 1995 se le otorgó incluso el premio al propio Lerma, quien dejaba atrás la presidencia de la Generalitat tras más de una década. Después también serían condecorados, una vez terminados sus mandatos, Eduardo Zaplana y José Luis Olivas.
A nivel cultural, la Alta Distinción ya había sido concedida a un puñado de referentes artísticos de la Comunitat, como Joan Fuster, Luis García Berlanga u Ovidi Montllor. Las bandas de música, icono popular de la región, o el Consell Valencià de Cultura (CVC) la recibirían igualmente antes del cambio de siglo, cuando se puso también el foco en la ciencia y los negocios. Así pues, en 2005 sería condecorado el presidente de Mercadona, Juan Roig, y tiempo después, ya con Alberto Fabra al frente del Ejecutivo valenciano, la compañía Ford y los hermanos Manuel y Héctor Colonques y José Soriano, vinculados a la industria cerámica con Porcelanosa. Por el lado de la ciencia, se concedió el premio a personalidades como Avelino Corma o Santiago Grisolía.
En este último lustro, el perfil de los premiados está más cerca de los ámbitos docente y cultural que con el estrictamente político, como demuestra la concesión de este premio a Alejandra Soler, pionera tanto en el campo de la docencia como en el deporte. Ella fue la primera de las seis mujeres que, a título individual, han sido galardonadas hasta este año con la Alta Distinción. Cuando Soler la recibió, en 2016, ya habían sido reconocidos 43 hombres y 18 colectivos. Tras ella, se premió a Adela Cortina, Hortensia Herrero, Carmen Alborch, Rosa Serrano Llácer y Laura Pastor Collado.
También se ha reforzado la concesión de premios colectivos con la llegada de la covid-19, ya que el Consell primero la destinó en su conjunto al pueblo valenciano y después a los equipos sanitarios que administraron las dosis contra el virus. En el primer caso, se destacó “el papel crucial para prevenir y contener la transmisión del coronavirus” de la ciudadanía, mientras que en el segundo se resaltó la contribución esencial al “éxito de la campaña de vacunación masiva en la Comunitat Valenciana”. Tres años antes, se había reconocido de igual forma al dispositivo 'Esperanza del Mediterráneo', encargado de la acogida de los migrantes a bordo de los barcos Dattilo, Aquarius y Orione, y en 2015 a la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio.
Aunque ocho de cada diez premiados son valencianos, como es habitual dada la naturaleza del reconocimiento, hasta once nacidos fuera de la Comunitat poseen la Alta Distinción. Entre ellas figuran personalidades que han desarrollado su gran parte de vida personal o profesional en la Comunitat, como el médico José María López Piñero o Eduardo Zaplana, pero también otros como el cantautor Joan Manuel Serrat. En la esfera política se encuentran el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y los jefes de Estado, Juan Carlos I y Felipe VI.
Dentro de la Comunitat, uno de cada cuatro galardonados nació en la ciudad de València, que cuenta con casi una veintena de Altas Distinciones, mientras que en la provincia de Castellón tanto Borriana como Vila-real cuentan con tres premiados. En Alicante, es Sax la localidad que cuenta con más de una persona distinguida por el máximo reconocimiento de la Generalitat. El resto de municipios donde nacieron alguno de los premiados, desde Forcall (Els Ports) hasta Orihuela (la Vega Baja), cuentan con una condecoración.