CASTELLÓ. Los castellonenses Roberto Bautista y Sara Sorribes conocerán este jueves la identidad de sus rivales iniciales en el Abierto de Australia, primer plato fuerte de la temporada tenística y cuyo arranque está programado para el próximo lunes.
Bautista, que afronta el torneo como cabeza de serie (9), evitará al resto de 31 tenistas de ese rango hasta una hipotética cuarta ronda, pero antes podría tener escollos de consideración. Así, jugadores como Marin Cilic, Milos Raonic y Kevin Anderson, hasta hace poco integrantes del top-10, figuran entre sus oponentes potenciales en primera eliminatoria. Estos tenistas no han registrado buenos resultados en los últimos meses –el sudafricano se ha perdido casi toda la temporada 2019 por lesión-, pero pueden despertar en cualquier momento y reintegrarse al pelotón puntero.
Lo que sí tiene garantizado Bautista es que no se enfrentará a los Nadal, Djokovic y Federer de turno hasta octavos de final. El castellonense defiende 360 puntos correspondientes a los cuartos de final que alcanzó el año pasado, donde acabó cayendo ante el griego Stefanos Tsitsipas. Fue su primera aparición en la ronda de ocho mejores, que ahora tratará de repetir para garantizar su continuidad en el top-10.
Bautista llega a este evento después de contribuir a la clasificación de España para la final de la recién creada ATP Cup, donde ganó sus seis partidos de individuales.
La valldeusense Sara Sorribes tratará de estrenar su cuenta de victorias en el primer Grand Slam de la temporada, donde no ha podido pasar de primera ronda en dos participaciones en el cuadro principal. Sus opciones dependerán mucho del emparejamiento que le depare el sorteo. Y es que la número 88 del ranking de la WTA podría enfrentarse a las primeras de cambio con cualquiera de las candidatas al título, pero también con tenistas procedentes de la fase previa o invitadas de la organización.
Sorribes llega a este evento tras caer en primera ronda en los dos torneos que ha disputado en lo que va de 2020, por lo que tratará de cambiar la dinámica en Melbourne.