CASTELLÓ. La Conselleria de Cultura ha solucionado recientemente la desprotección patrimonial que afectaba desde hace dos años y medio a cinco importantes yacimientos arqueológicos de la provincia de Castellón. En concreto, se trata del Puig de la Nao (Benicarló), la villa romana de Benicató (Nules) y los yacimientos de Vinarragell (Burriana), el Torrelló (Onda) y el Punt del Cid (Almenara).
Todos ellos dejaron de ser considerados como Bienes de Interés Cultural en julio de 2021 a raíz de una sentencia judicial que anuló el decreto de la Generalitat que había actualizado los cinco BIC al entender que se tramitó fuera del plazo de 20 meses que marca la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano de 1998. Un error del anterior Gobierno autonómico del Botànic que hasta ahora daba carta blanca a cualquier empresa o particular para efectuar movimientos de tierra y excavaciones en el entorno de esos importantes monumentos.
Los cinco yacimientos arqueológicos están inmersos en diferentes procesos para abrirlos a la llegada de visitantes. El que sea tal vez el más conocido de todos, el Puig de la Nao de Benicarló, ya abre al público de forma regular y se pretende afianzarlo en el circuito turístico provincial. Este antiguo poblado del siglo VII antes de Cristo empezó a excavarse en 1974. Ahora son visibles los restos de ocho calles, 38 edificios y una necrópolis donde por primera vez se identificó una construcción de dos plantas.
En el caso de la antigua villa rural romana de Benicató, el Ayuntamiento de Nules pretende lograr fondos europeos para construir un Centro de Interpretación. El monumento, que data del siglo I antes de Cristo e incluye unas termas, fue hallado en 1883 pero la primera excavación se dio en 1955.
El yacimiento fenicio de Vinarragell, en Burriana, está muy vinculado al cauce del río Millars. Las primeras excavaciones fueron en 1964, aunque en los últimos años han sido ampliadas gracias a varios proyectos de la Universitat Jaume I (UJI). Extender esas excavaciones es el propósito desde hace tiempo.
En Onda, la antigua fortificación ibérica del Torrelló está en fase de restauración. De momento se han consolidado los baluartes de los flancos norte y sur.
Por su parte, el yacimiento del Punt del Cid, en Almenara, es el único de los cinco cuyo BIC ha sido ahora restituido que no alberga ningún tipo de plan de mejora a corto plazo. Más bien al contrario: el trazado del AVE supone una cierta amenaza ya que discurrirá a escasos metros y encajonará el monumento con la AP-7. Esta antigua fortificación medieval militar fue destruida hace muchos años para plantar naranjos aunque aún se distinguen 14 torres cuadradas.
Además de estos cinco monumentos, el Consell también ha declarado BIC el yacimiento de l'Hostalot, en Vilanova d'Alcolea. Es la posta mejor conservada de la Comunitat Valenciana y la usó el Imperio Romano en sus comunicaciones por el arco mediterráneo debido a su cercanía a la Via Augusta. Está pendiente de ampliar la excavación, ya que se cree que hay ocultos más restos de este antiguo complejo arquitectónico construido con muros de hormigón. L'Hostalot está situada muy cerca del mar, junto al cruce de la CV-10 con la CV-145.