VILA-REAL. El Villarreal disputa este jueves (18:45) un encuentro singular, de muchas características ciertamente insólitas. La primera y más relevante es que se enfrenta al Maccabi Haifa, equipo israelí, pero lo hace en el estadio AEK Arena de Lárnaca, Chipre, debido a la situación bélica que vive el país hebreo. Sin embargo, este no es ni mucho menos el único aspecto inusual que guarda el encuentro.
Además, el choque se juega a puerta cerrada por motivos de seguridad y el Maccabi Haifa lleva un mes sin jugar ningún partido oficial y con muchas dificultades para entrenar al completo. Si a todo ello se suman los fuertes rumores de los últimos días respecto a la posible llegada de Marcelino García al banquillo groguet, el resultado es un entorno ciertamente extraño a la hora de disputar el partido.
Aun con todos los condicionantes anteriormente expuestos, el conjunto de La Plana Baixa está obligado a vencer en Chipre por varios motivos. La clasificación del grupo, en la que el Villarreal es tercero con un partido menos, exige obtener los tres puntos para encarar con algo de tranquilidad la segunda vuelta del calendario.
El triunfo también es más que necesario para calmar las aguas después de la dura derrota del pasado domingo ante el Athletic y la mala imagen mostrada por los amarillos. No obstante, para viajar a Chipre el Villarreal cuenta con las bajas de los lesionados Alfonso Pedraza, Denis Suárez, Juan Foyth y Francis Coquelin, además de la de Gerard Moreno por precaución.
Aunque el catalán no tiene problemas físicos, Pacheta asegura que en su estado jugar cada tres días implica "mucho riesgo de posibles lesiones". Sí irán a Lárnaca tanto Aïssa Mandi, con molestias en el hombro, como un Yeremy Pino que puede tener sus primeros minutos un mes después de que se lesionara ante Las Palmas.
En cuanto al once, teniendo en cuenta la vital importancia del partido del próximo domingo en el Cívitas Metropolitano, parece que Pacheta hará alguna rotación. Jörgensen descansará en favor de Pepe Reina, y probablemente también lo hagan hombres veteranos como Albiol, Parejo o Capoue.
La situación del Maccabi Haifa es muy complicada. El equipo asiático lleva sin disputar ningún partido oficial desde el pasado 5 de octubre, cuando empató sin goles ante el Panathinaikos dos días antes de que Israel declarara el estado de guerra. Además, su plantilla está en cuarentena en su hotel de Lárnaca, con prohibición de abandonar el mismo a excepción de, rodeado de medidas de seguridad, para entrenar y jugar el partido.
Desde entonces, dado que la mayoría de sus jugadores extranjeros abandonaron el país, el equipo no pudo entrenar con su plantilla al completo hasta el pasado lunes. Por si fuera poco, tiene otros problemas como la lesión de Dolev Haziza, la ausencia del neerlandés Tjaronn Sherry, que está en su país por razones personales o que Dia Saba se ha quedado en Israel.
Messay Dego, exfutbolista israelí nacido en Etiopía, es el entrenador del Maccabi Haifa con sólo 37 años. Dirige al equipo desde el pasado 1 de junio y por ahora acumula seis victorias, tres empates y cuatro derrotas, una de ellas en la primera jornada de la Europa League en el campo del Stade Rennes por 3-0.
Maccabi Haifa: Kaiuf; Sundgrend, Simic, Seck, Cornud; Show, Haber y Chery; Khalaili, Din David y Suranov.
Villarreal: Reina; Femenía, Gabbia, Cuenca, Alberto Moreno; Comesaña, Terrats, Baena; Ilias, Sørloth y Morales.
Estadio: AEK Arena (18:45).