Darse duchas breves con agua templada, usar fotoprotectores e hidratarse bien la piel son algunas de las recomendaciones de Clínica Diagonal para mantener la salud de la piel en esta época
VALÈNCIA. En invierno, debido a las bajas temperaturas, la piel es uno de los órganos que más sufre, por lo que desde la unidad dermatológica de la Clínica Diagonal de Barcelona destacan la importancia de cuidar el órgano más extenso de nuestro cuerpo, especialmente en los meses más fríos y, sobre todo, en las partes expuestas: rostro, cuello y manos.
Por ello, desde Clínica Diagonal recomiendan para mantener la piel sana en esta época del año ducharse con con agua tibia. Los expertos de la unidad de dermatología explican que ésta debe ser corta (entre 5 y 10 minutos) y con agua tibia.
“Aunque con el frío nos apetezca más una ducha con agua caliente, la temperatura debería rondar los 30 y 35 grados centígrados”, aseguran los dermatólogos de la clínica. Porque una ducha a más de 38 grados puede contribuir a que se reseque nuestra piel y facilitar la formación de eczemas.
Indican que es recomendable no ducharse más de una vez al día y que es importante utilizar geles suaves o sustitutos de jabón (gel syndet) sin esponja, usando únicamente la mano para aplicarlo y aclararlo.
Igual que con el agua de la ducha, la temperatura ambiental también afecta a la piel. De hecho, desde Clínica Diagonal insisten en mantener la temperatura de la calefacción sobre los 21 grados centígrados para mantener la humedad relativa de 40 a 50% ya que “cuando los ambientes son más secos y la temperatura de la calefacción es alta se puede notar sequedad en la piel, la nariz y los ojos”. También es importante evitar los cambios bruscos de temperatura, que pueden llevar a la rotura de capilares en el rostro, especialmente en las mejillas.
El mejor momento para hidratar la piel es al salir de la ducha después de secarla con pequeños toques de toalla. Los profesionales de Clínica Diagonal destacan también la importancia de proteger cada día la barrera de la piel con el uso de cremas hidratantes.
Tampoco hay que olvidarse de la cara. Desde Clínica Diagonal los profesionales inciden en que hay que elegir una crema hidratante en función del tipo de piel. Si bien es cierto que las pieles grasas resisten mejor a los cambios de temperatura y al frío, es importante usar geles suaves e hidratar con cremas libres de grasa.
Por otro lado, las pieles normales o secas necesitarán texturas más ricas. Especial mención para los labios, que se deben hidratar con bálsamo labial en invierno, ya que con las bajas temperaturas y debido a su exposición se resecan con facilidad.
Lo habitual es usar fotoprotectores en verano cuando llega el calor y el sol se ve más agresivo, pero en invierno también es necesario protegerse de la radiación ultravioleta.
Tal como recomiendan desde Clínica Diagonal, hay que usar fotoprotectores UVB y UVA SPF50+ y reaplicarlo cada 3-4 horas. Los especialistas advierten de que si practicamos deportes de nieve es muy importante proteger la piel, ya que en la nieve se refleja el 80% de la radiación solar y se incrementa la cantidad de rayos UV a los que estamos expuestos.
Según los especialistas en dermatología de la clínica, la ropa que se elige en invierno también es importante para la piel. Es mejor usar tejidos transpirables y vestirse por capas para poder adaptarnos a la temperatura. Como indican los expertos, “el exceso de ropa o ropa muy oclusiva contribuye a una sudoración excesiva y puede causarnos problemas en la piel como foliculitis en la espalda”.
Estos son los cinco consejos básicos para mantener la salud de la piel en invierno. De hecho, es importante cuidarla en cualquier época del año: para mantenerla hidratada y protegerla de las agresiones externas, ya sea el frío, el calor, la humedad o los rayos UV.