CASTELLÓ. La operación puede continuar adelante. La compra del complejo turístico de Marina d'Or por parte del Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca ha recibido vía libre de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El organismo, que debe autorizar las operaciones de este tipo para evitar prácticas colusorias de la libre competencia, ha dado luz verde, de manera que el holding murciano y la cadena alicantina podrán materializar la compra.
La compraventa se había anunciado a mediados del pasado mes de agosto y ambas compañías confirmaron la alianza en público la pasada semana tras notificar a Competencia y haber recibido la autorización. El aviso entró el pasado 21 de septiembre y desde entonces, el organismo ha estudiado el caso para analizar el cumplimiento de la normativa del ramo. A la postre, el pasado día 27 emitió la resolución donde aprobaba la operación en primera fase. Así, es el primer paso antes de recibir la autorización definitiva, si bien se considera complicado que, una vez superado el primer escalón, Competencia paralice le compra más adelante.
Así pues, Marina d'Or cambia de manos apenas cuatro años después de que el fondo de inversión Farallon Capital se hiciese con la mayoría del capital, momento en el que el promotor inicial, Jesús Ger, se desvinculó del complejo. El Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca comprarán el histórico complejo turístico castellonense al 50% cada uno, y será la cadena con sede en Benidorm la encargada de la gestión. Por el momento, se desconoce el montante al que ha ascendido la operación.
Los nuevos propietarios tienen la intención de "relanzar este proyecto bajo un nuevo concepto turístico y situarlo entre los mejores complejos vacacionales de Europa". En ese sentido, ambas firmas tienen ya con experiencia colaborando juntas, pues trabajaron en consonancia para impulsar Magic Natura, un resort ubicado en el complejo de Terra Natura de Benidorm, otra de las inversiones del Grupo Fuertes en la Comunidad Valenciana.
Grupo Fuertes es un holding empresarial con capital español que agrupa a más de 20 empresas diferentes cuya actividad se centra, principalmente, en el sector agroalimentario. El grupo empresarial cuenta con más de 8.700 empleados y su volumen de negocio superó los 2.300 millones de euros en 2022.
Esta operación es la segunda incursión del grupo murciano, propietario de enseñas como El Pozo o Cefusa, en la provincia de Castellón. Hasta el cierre de la planta y la extinción de la compañía a finales del año pasado, Fuertes gestionó durante casi nueve años Todagres, una de las enseñas del nacimiento del sector cerámico español. Tras la experiencia en la industria azulejera, ahora será el turno del turismo, otro de los grandes activos del territorio castellonense.
En plena operación para el cambio de manos en la propiedad de la 'ciudad de vacaciones' castellonense, el complejo decidió adelantar el cierre de la campaña veraniega de 2023 al pasado domingo 17 de septiembre, un cierre sensiblemente más temprano de lo habitual que le obligó incluso a cancelar reservas y devolver el dinero a clientes, que por su parte podrán solicitar una indemnización por los perjuicios ocasionados. Aunque el complejo rechazó explicar las razones, el motivo del cierre anticipado no es otro que la búsqueda de la rentabilidad, un objetivo que Farallon se marcó a su llegada, como ha repetido en diferentes foros, y el turismo deportivo ya había dejado de aportar ingresos.