Josep Pasqual Sancho y Santi Cortells, portavoz y concejal de Compromís, respectivamente, cargaron contra sus socios de gobierno, el PSPV-PSOE.VILA-REAL. Compromís per Vila-real ha lamentado este miércoles la actitud que califican de "intolerante" de PP, Ciudadanos y del PSOE -con los que comparten el gobierno de la ciudad- después de que el martes votaran en contra, de forma conjunta, contra las dos mociones presentadas por el grupo municipal "a favor de la convivencia, la pluralidad, la diversidad y la integración de los colectivos minoritarios en la sociedad, así como para fomentar la cultura de paz, condenando los presuntos asesinatos de agricultores e indígenas a manos de la policía del Estado brasileño de Rondônia", según ha explicado la coalición nacionalista a través de un comunicado.
El portavoz adjunto de Compromís, Josep Pasqual Sancho, y el concejal Santi Cortells han acusado a los tres partidos "de dar alas a la ultraderecha en la ciudad". Según entienden, "han negado que las personas de otras culturas merezcan un respeto y protección especial para su correcta integración, una actitud muy peligrosa, teniendo en cuenta lo que está pasando en Andalucía y que viniendo del PP y C's no nos sorprende, porque está en su línea de la derecha más rancia, pero que en el caso del PSOE, que se vende como un partido de izquierdas, no se entiende”, manifiestan los socios de gobierno en el Ayuntamiento de Vila-real.
Sancho, que es candidato por Compromís a la alcaldía en las próximas elecciones municipales, ha asegurado que “cuando llevamos mociones al pleno sabemos que es difícil coincidir, porque todos somos distintos, pero últimamente estamos notando una cierta violencia y agresividad en las respuestas de nuestros compañeros de bancada, y un intento de desviar la atención de la moción para desvirtuar el tema”. “Nos parece lamentable y sólo pedimos respeto. Ayer hubo momentos tensos y no era nuestra intención, pero consideramos que para votar en contra de una moción no es preciso perder las formas, ni hablar de forma agresiva, con descalificativos a cualquier partido, sea el que sea. Queremos que haya un poco de paz en el pleno”, afirma.
Asimismo, y en referencia a una pregunta que hizo el PP sobre la instalación de la EOI en la BUC -que acabó con una respuesta contundente del alcalde nombrando al conseller de Educación, miembro de Compromís y por lo tanto, socio de gobierno en el Consell, Vicent Marzà- Sancho ha aclarado este miércoles que “Marzà sí se reunió con el alcalde, y a las pruebas gráficas nos remitimos” y destaca que “igual que él delega en sus concejales ciertos temas, Marzà también delega en sus representantes para cuestiones técnicas”, al tiempo que ha reiterado que “la pelota está en el tejado del Ayuntamiento, que es quien debe decidir y darle una respuesta”.
Por otro lado, Sancho y Cortells han manifestado que si en algo coinciden con el alcalde es en que “ayer -por el martes- fue un día triste para Vila-real, porque gracias a su negativa a nuestra moción por la pluralidad, la integración y la convivencia, la derecha avanza gracias a la unión de los tres partidos", aunque señalan que "al menos los ciudadanos ya han podido ver cómo se quitan la careta y se manifiestan como lo que son".
"Ni PP, ni Ciudadanos, ni el PSOE han entendido nada”, indican. En esta "competición por ver quién es más de derechas", ambos ediles de Compromís han lamentado que "se ha obviado y ninguneado a los diferentes colectivos que ayer nos acompañaron en el pleno, con argumentos basados en la cruz de la Vall, Catalunya, las banderas o el discurso del miedo, en lugar de pensar en Vila-real".
Sancho y Cortells han lamentado que una vez más se han visto obligados a explicarse en rueda de prensa, ya que en el pleno se les ha negado defenderse de las acusaciones que tuvieron que soportar, especialmente Cortells. “Autoridad y autoritarismo son dos cosas muy distintas y el alcalde excedió todas las líneas rojas al asegurar que no hago nada en mis concejalías. Desde que entré hace poco más de un año he recogido el testigo de mi predecesor, que he seguido y ampliado con diferentes propuestas en pro de la pluralidad”, explica el edil. “El aniversario de los 500 años de la Reforma Evangélica, acciones que tenemos proyectadas para los próximos meses, o el reparto a los colegios de las guías Buna al valencià, para la comunidad de origen rumano, o Salam al valencià, para la árabe, son solo algunos ejemplos” y recuerda que “la integración, la diversidad y la lucha contra el racismo se pueden practicar también desde otras áreas, como igualdad, educación, inclusión social o proximidad, es una responsabilidad de todos, trasversal, y es lo que quisimos hacer ver”.
Asimismo, lamenta que los tres partidos se unieran para “desvirtuar y ridiculizar el sentido de nuestras mociones, diciendo todo tipo de absurdeces, como que queremos quitar fiestas locales o la Nochevieja. Al contrario, queremos que el Estado lo tenga en cuenta e incluya otras fiestas en su calendario. Nuestra propuesta siempre ha sido para sumar, no para restar, especialmente en un momento delicado como el avance de la ultraderecha en el país. Necesitamos estar unidos para evitarlo”, ha señalado Sancho.
El portavoz municipal de Compromís amadió que “ayer -por el martes- insultaron a todas las personas que vinieron al pleno, puesto que son ellas mismas quienes nos han hecho llegar algunas propuestas que quisimos hacer extensivas al resto de partidos, porque no, no son iguales, cuando se recibe y besa el anillo a un obispo de tierras lejanas, pero no se recibe a otras personas que han pedido cita hace años y que nunca han recibido respuesta, para que luego se hable de Vicent Marzà”, apunta Cortells. Además destaca como positiva la idea del PSOE de crear una mesa de diálogo entre confesiones, como en Castellón. “¿Si tiene estas buenas ideas, por qué no hace una enmienda a la moción en lugar de votar en contra de todo? Fue una actitud muy poco constructiva e irresponsable”, critica.
Finalmente y a través de un comunicado, Sancho ha asegurado que, a pesar de todo no hay ningún distanciamiento con el socio de gobierno. “Somos dos partidos distintos trabajando juntos por la ciudad y hay muchos puntos en los que coincidimos, pero en otros de ámbito más político no estamos de acuerdo y no pasa absolutamente nada por manifestarlo, siempre con respeto”. “Si todos pensáramos igual, seríamos del mismo partido”, concluye.
