VALÈNCIA (EP). La tramitación parlamentaria de la tasa turística y la las leyes de Cambio Climático y Bienestar Animal de la Generalitat continuará al no prosperar las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox en el pleno de Les Corts de este jueves.
En el caso de la tasa turística, llamada "proposición de ley de medidas fiscales para impulsar el turismo sostenible", está consensuada para su aplicación a partir de 2024 de forma voluntaria por los ayuntamientos, con un mínimo de 0,5 y un máximo de 2 euros por persona y día de estancia en función de la categoría de cada establecimiento. El Botànic ha sacado esta votación adelante en solitario.
Esta semana ha reavivado el debate sobre este impuesto la propuesta de la vicealcaldesa de València, la socialista Sandra Gómez, de elevarlo hasta seis euros para los pisos turísticos. El PSPV afirmó que se enteró por la prensa, mientras tanto sus socios como la oposición se desmarcaron de esta posibilidad y exigieron coherencia.
Respecto a la Ley de Cambio Climático, próximamente se debatirán las enmiendas presentadas por el PSPV sin sus socios de gobierno (Compromís y UP) para reducir el impacto fiscal de esta ley en sectores como la cerámica. En cuanto a la enmienda a la totalidad, Botànic y Cs han rechazado las presentadas por PP y Vox.
En concreto, el proyecto aprobado en abril contempla la creación de tres nuevos impuestos 'verdes': uno a las emisiones de gases de efecto invernadero -el PSPV quiere que no estén sujetas a este gravamen las instalaciones que emitan menos de 25.000 toneladas de CO2 al año-, otro para vehículos contaminantes y un último para grandes superficies que generen gran movilidad.
Este miércoles, los socialistas justificaron sus enmiendas por el contexto de inflación y la "doble imposición" que supondría el primer impuesto para la el sector de la cerámica, que ya paga por emitir gases contaminantes. "La norma no pretende ser impositiva", recalcó su síndica, Ana Barceló.
Mientras, los socios del Botànic pidieron al PSPV coherencia con lo firmado en el pacto de gobierno, si bien Papi Robles (Compromís) confió en llegar a un acuerdo con el grupo socialista y Pilar Lima (UP) defendió que la ley urge más que nunca y ya llega tarde.
Entre la oposición, Mª José Catalá (PP) tendió la mano a los socialistas, ya que los ve dispuestos a "dulcificar" los impuestos, mientras Ruth Merino (Cs) prometió estudiar las enmiendas "desde la sensatez y la moderación" y Ana Vega (Vox) rechazo este "suicidio climático".
El objetivo de la Ley de Cambio Climático es reducir las emisiones hasta un 40% en 2030 y alcanzar la neutralidad en 2050. Contempla mecanismos para agilizar la implantación de instalaciones renovables promovidos por cooperativas, comunidades energéticas locales o ayuntamientos, junto a la creación de una red pública de puntos de recarga y la introducción de la educación ambiental en el currículo escolar.
Por último, los grupos del Botànic, PP y Cs han rechazado la enmienda a la totalidad presentada por Vox contra el proyecto de Ley de Protección, Bienestar y Tenencia Responsable de los Animales de Compañía.
Se trata de un texto pionero en España que reconoce a los animales como seres sensibles, establece el 'sacrificio cero' y regula sus condiciones de vida digna. Prevé la creación de un registro de personas y entidades inhabilitadas judicialmente por maltrato a animales y la prohibición de su uso como regalo, premio o reclamo publicitario.