VALÈNCIA. Vivir un expediente X en El Saler. ¿A quién no le gustaría? La escritora Esther García Llovet ha transformado la Dehesa en el telón de fondo de su nueva novela. Siempre canalla, en esta ocasión cuenta la historia de Adrián, un forastero que se encuentra con unos crop circles [grandes círculos segados en un campo, a los que se les relaciona con mensajes extraterrestres] en el parque natural. Conforme más quiera saber sobre ese misterio, más profundizará en los rincones oscuros del Saler y la historia también se transformará.
García Llovet, que es una agradecida forastera en El Saler, se inunda del lugar para escribir este speedrun de novela. Hace unos días la presentó en València y también contestó las preguntas de Culturplaza.
- La novela empieza con un tono escéptico sobre el misterio que cuenta, pero luego va mutando, y la persona que narra también se reposiciona. ¿Qué tipo de misterio es el que plantea el libro y dónde se coloca la persona que lo narra?
- Tú lo has definido como misterio y está bien. Esa es la definición buena: es una novela de misterio. Me dicen que es ciencia ficción y que, de pronto, se transforma en una novela de terror; y lo que es es una novela de misterio. O simplemente es alguien que no cree en la movida en la que se ha metido él mismo y luego pasa a algo que es una novela de terror; pasa de ser una novela en la que estamos hablando de un tipo de acontecimiento sobrenatural como son los ovnis a otro acontecimiento sobrenatural que son los fantasmas.
- ¿Precisamente el empezar desde el escepticismo es lo que permite el golpe de efecto para quien para quien lo lea?
- Me gusta tener toda la novela en la cabeza mientras estoy escribiendo. Es mucho más fácil manejarla que si fuera una novela de 400 páginas. Me gusta tener toda la historia en la palma de la mano, como si fuera un pitch para una película: a mí me gusta tener una historia muy concreta y muy pequeña que yo pueda contarme a mí misma rápido.
Cuando escribo las novelas, no las escribo para lector, las escribo para los personajes. Entonces para mí estaba escribiendo para el protagonita y el golpe de efecto era el cambio radical que le ocurre, que es pasar una situación en la que no cree y de la que incluso se quiere aprovechar a de repente encontrarse con un fantasma. El golpe de efecto es como “mira, toma, en toda tu cara”.
- Es un lugar común decir que un espacio es un personaje más, pero a la vez el Saler tiene unas características, unas gentes, y te permite que la novela vaya hacia un lugar muy concreto.
- Fue precisamente venir a El Saler lo que me hizo escribir una novela sobre este sitio. La historia que ocurre aquí tiene mucho peso porque para mí esto me supone mucho, estar aquí. Vengo siempre que estoy si estoy bien, o si estoy mal, o si quiero descansar. El sitio es fundamental. No sé si es tanto otro personaje, pero es lo que genera una historia. Es un generador de movidas, que parece que solamente podrían pasar aquí.
- Todas las conversaciones importan. todo el mundo se habla de manera muy seria, no hay ninguna conversación que sea superflua.
- Al principio se huelen que es un periodista y luego simplemente quieren proteger el crop circle. Quieren proteger algo que está pasando ahí y que ellos no saben muy bien qué es, pero que ahí está. Como un “no queremos que venga gente a estropearnos el pastel ni que nadie se coma nada”. El pueblo maneja a este tío para que se vaya, casi como una especie de control mental por parte del pueblo para que Adrián no mueva demasiado el terreno
- Están protegiendo algo que el lector realmente nunca sabe lo que es exactamente. Ni siquiera se desvela qué es lo que hay que proteger de Adrián.
- Lo que hay que lo que hay que lo que hay que proteger es la Dehesa. Que por favor no venga mucha gente aquí. Lo digo en todos los sentidos porque, tal y como está, lo bueno es que este tipo de espacio natural no se toque demasiado. Aquí no se está estando a perder mucho la zona. Yo, desde la novela, quería proteger al Saler en sí mismo, la Dehesa.
- Precisamente por esto te quería preguntar por la idea del festival que quiere montar Adrián aprovechando esta anomalía. La picaresca del festival de música como gran enemigo.
- La primera idea era que hablar de alguien que quería construir algo, como una urbanización. Entonces un amigo me había hablado del Burning Man, y hay como pseudo-festivales como ese por Europa, unas enormes fiestas rave que se montan y algunas mueven mucha pasta. Me imaginé a Adrián queriendo montar algo tan loco como un Burning Man en El Saler.