CASTELLÓN. El Castellón y el Levante B llevan varias temporadas siendo rivales directos en competición. Lo fueron en sus tiempos más recientes de Tercera División, cuando peleaban por el ascenso, y lo son en Segunda División B, cuando tratan de evitar el descenso.
En la temporada 2014-2015, albinegros y granotas mantuvieron un codo a codo por la primera plaza del grupo VI de Tercera División, que otorgaba una ventaja considerable en los play off de ascenso. Los de La Plana, dirigidos por Ramón María Calderé, remontaron tras un mal arranque de curso y alcanzaron al Levante B en el tramo final de la fase regular para obtener la tan ansiada primera plaza.
El problema es que no aprovecharon esa ventaja y perdieron las dos rondas de play off que disputaron, ante el Linares y el Haro, mientras que los valencianos ascendieron ganando las tres que jugaron.
Tres años después, en la temporada 2017-2018, ambos equipos volvieron a verse las caras en Tercera División después de que en el curso anterior sufrieran experiencias traumáticas en la tanda de penaltis. El Levante B había bajado a esa categoría tras perder ante el San Sebastián de Los Reyes en el play out y el Castellón se quedó sin ascenso después de no superar la ronda decisiva frente al Gavà. Los penaltis habían frenado a los dos.
En su nuevo cruce de caminos, Castellón y Levante B volvieron a pugnar por la primera plaza del grupo, la misma que habían disputado tres años antes. Esta vez se llevó el gato al agua el filial granota, pero el objetivo del ascenso quedó satisfecho en ambos casos, lo que les ha hecho volver a compartir Liga esta temporada, aunque en una categoría superior.
Y como ha ocurrido en las dos situaciones anteriores, albinegros y valencianos están compitiendo por lo mismo, en este caso la permanencia. El encuentro que les medirá este domingo en Castalia tiene una trascendencia especial. Los de La Plana, que llevan muchas jornadas a más de un partido de distancia de la salvación, tienen la oportunidad de situarse a dos puntos del conjunto granota, que ahora mismo está en zona de salvación y que podría meterse en un buen lío en caso de perder este domingo. Pero si el Levante B se impone, abrirá una brecha sobre el descenso y hundirá al Castellón.
Si en anteriores ocasiones hubo pugnas feroces por objetivos en los que el derrotado no resultó damnificado, el partido de este domingo podría dejar consecuencias más graves para el perdedor.