CASTELLÓ. Ciudadanos Castellón vuelve a las andadas con sus líos internos. La selección de los cinco vocales para completar el comité provincial irrita a su coordinadora, Cristina Fernández. La benicense no duda en cuestionar la forma de proceder de la dirección regional, sin haberle consultado previamente la idoneidad de los escogidos. Se trata de Eduardo del Pozo, diputado autonómico; Alejandro Marín-Buck, portavoz en el Ayuntamiento de la capital de la Plana; Joaquín Lorenzo Zaragozá, concejal en Alcalà de Xivert; y las afiliadas María Jessica Moreno y Luz María Ramos.
"Ha sido una decisión del comité ejecutivo. A nivel provincial no hemos participado. Personalmente, me hubiera gustado que hubiese estado más repartido territorialmente, ya que de los cinco nuevos nombramientos, cuatro son de Castelló ciudad", advierte. En este punto, Fernández cree que lo más razonable habría sido "ampliar la participación", en referencia a contar con cargos o simpatizantes de otras comarcas. "Supongo que habrán seguido un criterio conforme a una estrategia concreta", añade.
Algunas voces consideran que la presencia mayoritaria de miembros de la capital de la Plana en la junta provincial persigue contrarrestar fuerzas, teniendo en cuenta que la coordinadora ha ido adquiriendo cada vez más poder. No solo en la junta provincial, sino también en la Diputación y en otros órganos internos del partido.
Sin embargo, siempre se le ha resistido precisamente el colectivo de Castelló, donde la lista oficialista terminó por imponerse a la candidatura auspiciada por Fernández en una ajustada votación para hacerse con el control. El grupo de Juan José Povedano, más próximo a las tesis del anterior líder, Félix del Pozo, consiguió incluso que el Comité de Garantías declinara la balanza a su favor en el cruce de impugnaciones.
Fuentes cercanas a la dirección regional destacan que la principal razón de haber apostado por los cinco mencionados estriba en que "son personas que se han nombrado por su afinidad al partido y por demostrar que no buscan intereses personales, sino el bien de Ciudadanos", precisan. En principio, de entre ellos saldrá el nuevo secretario o la nueva secretaria de Relaciones Institucionales, único cargo que continúa sin cubrirse. La decisión se tomará cuando se constituya la junta del comité, en la que también participarán los coordinadores locales.
Después de la reorganización interna de Cs a nivel nacional para acometer los distintos procesos plebiscitarios, Castellón cuenta con seis agrupaciones: la capital de la Plana, Vila-real, Benicàssim, Oropesa, la Vall d'Uixó y Vinaròs. La primera es la más importante en número, aunque paradójicamente hasta ahora no había tenido representación en la dirección provincial.
A la proclamación en noviembre de 2020 de Fernández como coordinadora le siguieron las designaciones del vallero Ernest Doménech al frente de la secretaría de Organización; el vila-realense Domingo Vicent como responsable de Acción Institucional y el benicarlando Benjamín Martí para llevar Comunicación. En marzo de este año, se confirmó el ascenso del vinarocense Manuel Herrera como secretario de Programas. Tanto Marín-Buck como Del Pozo, Moreno y Ramos están afiliados a la agrupación de Castelló.
"Nuestra intención es ser siempre realistas, y nos gustaría no dejar de ser la voz de nuestros votantes. Es posible que veamos reducidos el número de cargos electos, pero salimos con la idea de mantener representación en los municipios donde estamos y si es posible aumentar la representación en más municipios"