CASTELLÓ. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) exige medidas restrictivas urgentes para blindar los centros penitenciarios de Castellón ante la amenaza de la covid-19.
Esta petición llega tras conocerse que un interno del módulo de aislamiento ha dado positivo por coronavirus, siendo este el primer caso que se produce en el centro desde que comenzó la pandemia. El primer interno contagiado ha disfrutado recientemente de dos “vis a vis” y el sindicato considera prioritario acotar los accesos a prisión de personas externas.
CSIF asegura que en ningún momento se ha informado de las medidas tomadas para rastrear posibles contagios de trabajadores que han estado en contacto directo con el reo infectado o con sus familiares. “Esta desinformación que es muy habitual por parte de la dirección y pone en grave peligro la salud de los trabajadores del centro”, advierten en un comunicado.
Desde el sindicato recuerdan que en la llamada “primera ola” de la pandemia en el CP Castellón II no se produjo ningún contagio entre la población reclusa. “Y ha sido así́- comentan- porque en su día se adoptaron medidas que limitaron o suspendieron las comunicaciones, conducciones, salidas programadas y la actividad laboral de los talleres productivos exteriores”.
En el actual escenario de estado de alarma con limitación de movimientos para la ciudadanía, CSIF advierte que la población reclusa de las prisiones recibe visitas de familiares de diferentes lugares donde hay medidas de confinamiento y de limitación de movimientos.
“Transgredir estas normas ponen en grave peligro la salud de los internos y la de los empleados del centro” explican, y concluyen pidiendo que se informe constantemente a los delegados de prevención de todo lo relativo a las medidas adoptadas y que estas contemplen desde el primer momento:
-Suspender todas las comunicaciones íntimas, familiares, de convivencia y locutorios.
-Suspender todos los traslados, salvo por motivos sanitarios de urgencia y judiciales de carácter extraordinario. Suspender la actividad en los talleres productivos y las salidas programadas y la entrada de personal colaborador ajeno al centro como barrera ante un eventual contagio.