VALÈNCIA (EP). El sindicato CSIF exige a la Dirección General de Tráfico (DGT) una mayor protección para sus trabajadores, y en particular para los examinadores y en concreto reclama que el uso de la mascarilla sea obligatorio en las cientos de pruebas que se realizan cada día en la Comunitat Valenciana en los vehículos de autoescuela.
En ese sentido, explica que, al contrario de lo que ocurre con medios de transporte aéreo, ferrocarril o autobuses, en los coches de autoescuela no se mantiene la obligatoriedad del uso de la mascarilla a pesar de que no existe una distancia de separación de 1,5 metros entre los usuarios.
CSIF añade, además, que a ese riesgo se suman también el tiempo de estancia, "que no es inferior a 15 minutos por alumno, con el que existe un contacto estrecho". A estas circunstancias aúnan un tercer factor, "que los vehículos de autoescuela pueden no tener una ventilación adecuada".
Todo ello, advierte, conlleva "un peligro de contagio" para el colectivo de examinadores, compuesto por más de 75 profesionales en las sedes de Alicante, Castellón, Valencia, Elche y Alzira ya que cada uno de ellos realiza alrededor de una docena de exámenes diarios en espacios cerrados.
La central sindical, ante esta situación, reclama que "del mismo modo que se insta a los examinadores a la necesidad del uso de la mascarilla en su labor, se le exija igualmente tanto al alumnado como al profesorado de autoescuela mientras se lleva a cabo la prueba en el interior del vehículo para dar mayor seguridad tanto para el examinador como para los usuarios del servicio de examen".
El sindicato, además, lamenta que "mientras que la DGT sí que ha estimado como esencial el servicio público de exámenes, hasta el punto de imponer jornadas mínimas en huelga, desatiende su obligación de proteger a sus trabajadores con las máximas medidas de prevención".