El Consejo de Ministros aprobó a comienzos de abril la Instrucción Técnica Complementaria ITC relativa a la puesta en servicio, modificación, mantenimiento e inspección de los ascensores, dos semanas después se publicó en el en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y entrará en vigor el 1 de julio
España es el país europeo con más ascensores instalados por habitante y uno de los primeros del mundo. Es una industria que emplea a casi 20.000 personas de manera directa.
El Gobierno ha querido adaptar la normativa vigente en materia de seguridad de ascensores. Esta medida afectará, sobre todo, a los ascensores más antiguos que no hayan sido revisados recientemente, pero hay que informarse y detectar los posibles cambios. ¿ a qué porcentaje de ascensores afectará la nueva ley en toda España? ¿y qué coste pueden producir las diferentes reformas?. Y uno de los puntos más importantes, ¿Qué ascensores deberán ser renovados? ¿ Hay una fecha tope?
El próximo 1 de julio, la normativa de seguridad para ascensores en España experimentará una importante actualización con la entrada en vigor de una nueva Instrucción Técnica Complementaria (ITC).
Hablamos con José Carlos Frechilla, director de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), detalla los aspectos clave de esta normativa, que tiene como objetivo equiparar la seguridad de los ascensores ya existentes a la de los nuevos modelos instalados.
Frechilla explica que la motivación detrás de esta nueva normativa no es una serie de incidentes específicos, sino más bien una necesidad de adaptación a los avances tecnológicos y la reducción de pequeños accidentes que, aunque generalmente leves, ocurren con cierta frecuencia. “Las tecnologías van avanzando en el mundo de los ascensores como en el resto de otros sectores, y es motivo principal tratar de reducir todos esos pequeños accidentes”, comenta Frechilla. Entre los accidentes mencionados se encuentran golpes por puertas automáticas y tropezones debido a la falta de nivelación entre la cabina del ascensor y el piso.
La normativa afectará aproximadamente al 30% de los ascensores en España, un parque de más de un millón cien mil unidades. Sin embargo, no todos los ascensores afectados deberán realizar las mismas adaptaciones, ya que estas variarán según el estado, edad, tecnología y mantenimiento previo de cada aparato. “El 30% no estará afectado de igual manera todos los ascensores por igual, sino que lo harán dependiendo de su estado su edad su tecnología el estado de conservación y las adaptaciones que los distintos mantenedores ya vienen realizando”, indica Frechilla.
Entre las nuevas exigencias, destaca la precisión de parada, que deberá asegurar que la cabina del ascensor no quede a más de un centímetro de desnivel respecto al piso en todas las plantas. Otra medida importante es la sustitución de la fotocélula situada a la altura de los pies por una barrera fotoeléctrica a lo largo de toda la puerta, que detectará cualquier obstáculo, aumentando así la seguridad tanto de personas como de mascotas.
Frechilla también explica que los ascensores nuevos deberán pasar una inspección inicial antes de ser puestos en servicio, además de las inspecciones periódicas ya establecidas, similares a la ITV de los vehículos. “Ahora una de las novedades es que esa inspección tendrá que hacerse de forma inicial antes de poner en marcha un ascensor nuevo”.
Respecto a los costos, Frechilla reconoce la dificultad de ofrecer una cifra precisa debido a la diversidad de tecnologías y condiciones de los ascensores. Sin embargo, menciona que las adaptaciones podrían oscilar desde costes nulos hasta cifras que podrían llegar a los 10.000 euros en los casos más desfavorables.
La reacción del sector ha sido positiva, según Frechilla, ya que muchas de las medidas recogidas en la nueva normativa eran demandas del propio sector para reducir la siniestralidad. No obstante, los administradores y propietarios de comunidades han mostrado cierta incertidumbre respecto a cómo abordar los costos y las adaptaciones necesarias. “Los administradores también han tenido un sentimiento encontrado, por una parte, su visto bueno a las medidas de seguridad, pero por otro, la incertidumbre de cómo abordar los costos”.
Para facilitar el cumplimiento de la normativa, Frechilla resalta la importancia de la comunicación y cooperación entre los titulares de las instalaciones y los mantenedores de ascensores. Además, hace hincapié en la obligación de pasar las inspecciones periódicas y mantener la documentación en regla.
La nueva normativa de seguridad para ascensores busca mejorar la seguridad de los usuarios a través de medidas adaptadas a los avances tecnológicos y la reducción de accidentes menores. Aunque los costos y la implementación de las nuevas medidas puedan ser un desafío, la cooperación y la correcta información serán clave para una transición efectiva y segura.
Dirección: Rafa Lupión | Redacción: Lucía Nadal | Producción: Nacho Guerrero
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