CASTELLÓ. ¿Cómo es nacer y crecer en un pueblo de no más de 500 habitantes? ¿Cuáles son las formas de parir y criar en contacto con la naturaleza? ¿Cómo influye el territorio en la crianza? A preguntas como estas ha tenido que hacer frente Sofía Quesada, una fotógrafa y narradora visual argentina que vive desde 2017 en Berlín y que se ha desplazado hasta Cinctorres para mostrar, a través de un reportaje fotográfico, cómo es la maternidad en el entorno rural.
A Quesada, como a tantas otras mujeres, la maternidad le cambió la vida. Tuvo que dejar a un lado su labor como fotoperiodista, dado que no podía seguir los ritmos de trabajo que la profesión exigía. Su hija, como no podía ser de otra forma, pasó a ser su prioridad. Sin embargo, hizo de la necesidad virtud, encontró nuevas vías para seguir ejerciendo como fotoperiodista y colocó la maternidad como el eje de su trabajo.
Ello le ha llevado a Cinctorres. La argentina, gracias al programa Culture Moves Europe, implementado por Goethe Institut y financiado por la Unión Europea, se ha afincado durante un mes en la pequeña localidad del interior de Castellón para, por medio de su proyecto fotográfico 'Maternidades en la Ruralidad', ahondar en la vida diaria y las maternidades (incluida la suya) en el contexto rural y establecer un diálogo con la comunidad cinctorrana.
Quesada presenta su exposición a las 18:30 en la Oficina de Turismo de Cinctorres. La exhibición, por el momento, es a título provisional, pues como ella misma reconoce a Castellón Plaza, "se va a mostrar un trabajo en proceso que está bastante adelantado pero aún no acabado".
Su intención es la de "generar un espacio de encuentro interactivo entre las personas asistentes, utilizando la fotografía como un punto a partir del cual abordar los relatos de diez madres locales". Relatos que abordan temáticas tan distintas como la migración, el emprendimiento, la integración en Cinctorres o la crianza como madre soltera, todas ellas posibles gracias al grupo tan diverso de madres que habitan en el pueblo.
"El trabajo es bastante documental. Con él busco narrar el proceso de crianza de los niños aquí, juntarlo con los relatos de las madres y con mi propia experiencia. Para ello muestro Cinctorres y su paisaje, pues es fundamental que la gente se haga una idea del contexto. Además, le doy cara a las madres, pues las protagonistas, las que deben contar cómo es la vida y la crianza aquí son ellas", detalla la argentina acerca de su proyecto.
La estancia de Quesada en Cinctorres está cerca de llegar a su fin. Su trabajo, aunque aún inacabado, estará pronto terminado, y será entonces cuando haga las maletas y ponga rumbo a Alemania. La fotógrafa admite haber disfrutado de su estancia en la pequeña localidad castellonense, de su gente y de "la idea de comunidad solidaria que tienen". "Aquí todos se apoyan entre sí, es otra realidad respecto a la que vivo en Berlín. Termino mi residencia e investigación con una perspectiva luminosa de que hay gente que aún sigue apostando por la ruralidad, a pesar de todos los retos que eso implica", sentencia la argentina.
Antes de irse, Quesada debe presentar su trabajo. Para ello, demanda a los asistentes, por un lado, "una apertura de mente lo suficientemente grande como para ser respetuosos con lo que las madres comparten, porque hay historias muy sensibles". Por otro, que estén dispuestos a interactuar, pues la fotoperiodista desvela que su intención "no es hacer un monólogo y sí responder entre todos las preguntas que yo me planteé al llegar aquí".