VILA-REAL. El Villarreal dio colorido a su equipación al tiempo que conquistaba nuevas cotas. Desde los tiempos de su fundación, a partir de 1923, el CD Villarreal lució camisa blanca y pantalón negro. Colores con los que logró sus primeros éxitos regionales y que adoptó posteriormente el CA Foghetecaz, en su ambición por suceder a Calduch y al resto de pioneros del fútbol en la ciudad.
No fue hasta finales de los años 40 cuando un capricho del destino y la ausencia de camisetas blancas en una tienda de València propició el definitivo y accidental cambio al color amarillo. Este colorido cambio agradó a la afición y dotó de una identidad singular al club, que recibió más tarde el sobrenombre del Submarino Amarillo, que ya se quedaría hasta nuestros días.
Durante una década, los jugadores del Villarreal fueron ataviados con una zamarra amarilla y unos calzones negros, que dieron paso a los pantalones azules en marzo de 1956. Fue con esa tradicional vestimenta de la que habla el himno oficial del Villarreal CF ("els nostres colors són el blau i el groc") con la que el club logró sus primeros ascensos a la categoría nacional del fútbol español para, después, a las puertas del siglo XXI dar un salto inimaginable a la Primera División.
El amarillo y el azul acompañaron al Submarino durante casi cinco décadas. Fue a partir de la 2004-05 cuando el Villarreal pasó a jugar completamente de amarillo. Con este nuevo look, el combinado presidido por Fernando Roig logró la primera clasificación a la UEFA Champions League e inició un exitoso ciclo en competiciones europeas que llega hasta nuestros días.