CASTELLÓ (EFE). El regreso del CD Castellón al fútbol profesional tiene como artífices a dos futbolistas de la provincia de Castellón, Ángel Dealbert y Pablo Hernández, que junto al presidente, Vicente Montesinos, decidieron hacerse cargo de la gestión del club cuando estaba al borde de la desaparición en Tercera división.
En junio de 2017 el rumbo del CD Castellón cambiaría gracias a la entrada en la entidad de un grupo de gestión del que forman parte dos jugadores formados y criados en la cantera orellut, Ángel Dealbert y Pablo Hernández.
El equipo venía de ser eliminado en la fase de ascenso a Segunda B por la Peña Sport y el presente que se vislumbraba con el entonces presidente, David Cruz, era más que negro por impagos y los problemas institucionales y sociales que arrastraba.
Montesinos, Dealbert y Pablo lograron que éste diera un paso al lado y les cediera el control del CD Castellón, en una situación muy crítica y con numerosas urgencias históricas, deportivas y económicas.
En su primer año en el club, Dealbert, exfutbolista de Castellón, Valencia, Lugo, FC Baniyas o Kuban Krasnodar, decidía no solamente asumir la gestión del club en el área deportiva, también regresar al equipo para ayudar a conseguir el ascenso que se materializaría esa temporada.
Tras subir a Segunda B, Dealbert colgó las botas y asumió la secretaría técnica para pasar en el verano de 2019 a ser el director deportivo, confeccionando un equipo que esta temporada ha logrado recuperar su sitio en Segunda división tras una década.
Por su parte, Pablo Hernández, ex jugador de Valencia, Cádiz o Getafe e internacional por España, también apostó fuerte por la gestión del club. Su padre, Alfonso Hernández es el actual vicepresidente de la entidad y, Pablo que juega en el Leeds United también colabora con la gestión deportiva del Castellón.
Tanto Dealbert como Pablo abandonaron por pocos meses el club en la temporada 2019/20 en desacuerdo por la gestión que durante esa temporada estaba realizando el entonces máximo accionista de la entidad, José Miguel Garrido, que accedió a ella en la primavera de 2018 y la abandonaría en el verano de 2019.
Tras este paréntesis, los dos regresaron al club con la recompra efectuada por Montesinos. Ahora, el sueño de la afición y del propio club es poder contar con los servicios como futbolista del propio Pablo Hernández, aunque su nivel al ser considerado el mejor jugador esta temporada del Leeds United en su regreso a la Premier League hacen que dificulte que se realice esta operación, que tendrá que esperar un tiempo más, salvo sorpresa ya que el propio Dealbert reconoce que ahora mismo “es muy complicado, por no decir imposible”.
Y es que el camino del CD Castellón y de Pablo Hernández está destinado a cruzarse. Los orelluts quieren contar con sus servicios y él no oculta su intención de retirarse en Castalia.