VALÈNCIA. La Generalitat que preside Carlos Mazón ha pisado el acelerador en las últimas semanas para tratar de lograr el regreso de la Copa América a territorio valenciano. Tal y como informó este diario en su momento, desde el Consell se contrataron los servicios de un experto en la materia, Carlos de Beltrán, para explorar las posibilidades de traer alguna prueba de referencia como la Sail GP sin renunciar a la recuperación de la mencionada Copa América a València. Una opción esta última que ha ganado enteros desde hace unas semanas, debido a las reticencias de Barcelona de volver a acogerla y también por la victoria del Team New Zealand, que vería con buenos ojos que la capital del Túria volviera a albergar el evento.
Un escenario que, además de por el interés empresarial que despierta el cita, resulta interesante por la batalla política que la acogida de esta prueba suscita entre las formaciones políticas valencianas, que recuerda a las que se produjeron entre 2005 y 2007 con la celebración de la Copa América en València. Así, el jefe del Consell y líder del PPCV, Carlos Mazón, desplegaba este lunes toda la artillería pesada contra los socialistas valencianos y el Gobierno de España a la hora de reclamar apoyo para lograr que València vuelva a ser la sede. "Que no pongan palos en las ruedas, que se callen y nos dejen trabajar", espetaba el presidente de la Generalitat.
Lo cierto es que tácticamente la posición es cómoda para el líder del PPCV. La prueba viene de celebrarse en Barcelona, donde se ha producido una aportación para tal efecto de 18 millones de euros del Gobierno de España. Sin embargo, los socialistas valencianos han puesto distancia con el evento, lo que ha propiciado el choque contra el actual Consell. Se da la circunstancia que tanto el Ejecutivo del Botànic liderado por el socialista Ximo Puig como el Ayuntamiento de València encabezado por Joan Ribó, de Compromís, ya mostraron sus reticencias a volver sede de la Copa América cuando se presentó de nuevo una posible oportunidad en 2021. Una postura que propició las críticas de empresarios valencianos.
Sin embargo, el respaldo del Gobierno central presidido por el socialista Pedro Sánchez apoyando la cita con una inversión de 18 millones de euros, ha asfaltado el camino para Mazón en su discurso frente a los socialistas valencianos. El razonamiento es sencillo: si se aportó ese dinero para el evento en Barcelona, ¿por qué el PSPV y su líder la ministra Diana Morant no están a favor de que se celebre en València?.
Un planteamiento que, además, tiene la ventaja estratégica de adelantar un debate sobre una cuestión que todavía no está decidida, lo que permite a Mazón marcar un relato que le beneficie tanto si finalmente viene la Copa América como si la iniciativa no sale adelante. Es decir, si el evento se celebra en València, el presidente de la Generalitat, junto a la alcaldesa, María José Catalá, podrán atribuirse el mérito de la nueva edición. Si, por el motivo que sea, la prueba no viene a la capital del Túria, el PPCV puede recriminar que no ha existido un apoyo decidido de las instituciones gobernadas por los socialistas.
Precisamente las declaraciones públicas de dos referentes de los socialistas valencianos que, además, forman parte de la estructura del Gobierno central, se han desmarcado de la Copa América en los últimos días. Así, la ministra y se secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, consideró días atrás que este evento "no es una prioridad para la Comunitat Valenciana". "Cuando escucho al PPCV hablar de la Copa América, visitas del Papa o Fórmula 1 lo primero que hago es ponerme a temblar", sentenció la dirigente socialista.
Una línea discursiva a la que sostuvo casi simultáneamente la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, quien subrayó el viernes que el Gobierno de España "tuvo que pagar hace tres años las consecuencias de esa fiesta que dejaron sin pagar, pues se fueron haciendo un 'simpa' que costó exactamente 400 millones de euros", para ironizar a renglón seguido con los 18 millones de euros aportados para la Copa América en Cataluña: "De momento llevamos 380 millones de ventaja a esa edición".
Más contundentes si cabe se mostraron en Compromís, que este mismo lunes pedían no invertir "ni un euro" en esta prueba. "Se ha demostrado que en Cataluña lo han probado un año y ya no quieren repetir más, por tanto, tan bueno no habrá sido", sentenció el portavoz de la coalición, Joan Baldoví.
Una batalla dialéctica que empieza a recordar a la vivida casi 20 años atrás con la primera edición de la Copa América en Valencia. La diferencia es que entonces los socialistas valencianos en la capital, liderados por Rafa Rubio, si se mostraban favorables a la celebración del evento, si bien su pelea se focalizaba a que la ciudadanía valorara la aportación que realizaba el Gobierno de España presidido por Rodríguez Zapatero. Unos intentos que chocaron con las constantes reclamaciones y reproches protagonizados especialmente por la entonces alcaldesa de València, Rita Barberá, que consiguió rentabilizar políticamente casi en exclusiva la celebración del evento en la ciudad.