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De limpiar playas a repartir a domicilio: Umibots, la firma que 'agita' València con sus robots urbanos

Foto: EDUARDO MANZANA
18/08/2024 - 

CASTELLÓ. Los robots que hace unos años solo se veían en películas de ciencia ficción forman ya parte de la sociedad. La industria lleva años recurriendo a estas máquinas para trabajos en sus fábricas, pero poco a poco van adentrándose en otras esferas y ya se pueden ver sirviendo una mesa, anotando comandas o ayudando en cuestiones médicas. Cada vez están más integrados entre la población para facilitar el día a día y sus diseños son más innovadores y eficientes. Y, aunque por el momento su uso está acotado y muy controlado en espacios concretos, pronto serán una estampa más en la fotografía de las ciudades. O, por lo menos, en de la de València.

Y es que en este momento, ya circula por las playas de la capital valenciana UMIbeach, un robot provisto de Inteligencia Artificial (IA) destinado a limpiar la arena y a retirar de ella desperdicios y pequeños objetos. Pero pronto no será el único. Ese es el objetivo que se ha marcado la empresa Umibots Mobile Robotics, dirigida por el valenciano Clodo González. La compañía está dedicada a la robótica y, aunque empezó con solución industriales, en los últimos años ha creado una nueva vertical dedicada a la movilidad urbana. 

Entre sus innovaciones, está su famoso robot que ya limpia la Malvarrosa, pero en unos meses circulará por Ciutat Vella otro para el reparto de paquetería a domicilio, a la vez que ultima el lanzamiento de otra máquina pensada para la limpieza urbana de las ciudades. Y esto solo es el principio. "La movilidad urbana está cambiando y este es el futuro para dar mayor valor añadido", señala el empresario.

Los inicios de Umibots se remontan a hace cuatro años en Logroño, donde González residía, con prototipos de robótica móvil, autónoma y eléctrica a nivel industrial. "Tenemos varios desarrollos implementados, principalmente, en empresas proveedoras para fabricantes de automoción como una paleta industrial que permite elevar hasta 3 metros de altura 800 kilos o vehículos autoguiados  (AGV por sus siglas en inglés) para mover cajas de hasta 50 kilos. De hecho, este modelo opera en la plataforma europea de Inditex en Zaragoza para desplazar ropa plegada", explica González. "Nos especializamos en productos a medida".

Sin embargo, hace dos años decidieron dar una vuelta a su modelo de negocio y crear una nueva línea dedicada a la movilidad urbana, aprovechando ese know how adquirido. Llegaron de la mano de Invest in Valencia. Eso sí, sin dejar de lado su pata industrial que continúa funcionando en Logroño. Así, crearon una nueva sociedad ya en València con un equipo de cuatro personas entre físicos, ingenieros de robótica y electrónica industrial. "A partir de ese momento empezamos a innovar de verdad con soluciones que no existían en el mercado", subraya. 

Foto: EDUARDO MANZANA

De la mano del Ayuntamiento de València, la firma ha lanzado su robot para la limpieza de playas, que desde este verano trabaja en la costa de la Malvarrosa. Se trata de un vehículo que circula de forma eléctrica y autónoma y que es capaz de coger hasta diez centímetros de tierra y cribar todos los residuos que pueda entrar en esa superficie. Estos se acumulan en un maletero trasero para ser vertidos en contenedores a pie de arena. Además, puede detectar cualquier obstáculo, incluso de noche o en condiciones climatológicas adversas.

"Lleva una cámara para reconocer los objetos que se cruzan a su paso para poder decidir medidas de seguridad. Si es una persona se detiene y si es un obstáculo lo esquiva. Esto es posible porque está equipado con visión artificial. También cuenta con un modelo de datos con Inteligencia Artificial (IA), que a partir de fotogramas que tiene incorporados, los caracteriza para saber qué tiene delante", explica su creador. Uno de los principales escollos que la compañía tuvo que superar es que no existían modelos de datos específicos con elementos de playas, por lo que tuvieron que fotografiar hasta 500 toallas y hacer otras tantas con la línea del mar para que supiera reconocerlas.

UMIbeach tiene la capacidad de limpiar cinco kilómetros cuadrados de playa con una sola carga y puede recoger hasta 330 unidades de residuos por kilómetro cuadrado. Además, funciona con energía eléctrica y/o solar y tiene autonomía de siete horas seguidas, con la posibilidad de dejarlo sin control humano durante 24 horas. Puede ser operado en remoto y recibir rutinas diferentes. "Ahora mismo tenemos comprometidas más de 20 demostraciones para ayuntamientos como Alboraia, Benidorm, Gran Canaria e, incluso, Madeira se ha interesado", señala.

La implementación de este robot en la ciudad ha sido posible gracias a la aprobación de la ordenanza Sandbox, impulsada por el consistorio valenciano, para proporcionar recursos y espacios urbanos en los que poder probar ensayos experimentales, proyectos de innovación y prototipos en un entorno seguro, acotado y real. "Hay un vacío normativo y, aunque el Ministerio y la DGT se comprometieron a que este año se iba a lanzar una normativa de circulación para vehículos semiautónomos y autónomos, no tenemos nada. Por tanto, a partir del Sandbox podemos operar", explica González.

Siguiente paso: repartos a domicilio

Tras el éxito conseguido con este desarrollo, Umibots última otro vehículo autónomo y eléctrico para el reparto de paquetería a domicilio. Bautizado como UMIMarquet, este robot es como un pequeño vehículo rectangular, que está formado por 18 casilleros para transportar cualquier tipo de mercancía. A través de la geolocalización hará el reparto y el cliente recibirá un mensaje con la hora de llegada y el número de casillero en el que está su paquete para poder abrirlo vía bluetooth.

Foto: EDUARDO MANZANA

Este proyecto se implementará en el barrio de Ciutat Vella entre septiembre y octubre de este año, tras una colaboración con Correos Valencia. La elección del barrio se debe a su peatonalización y sus anchas vías para que pueda circular sin problemas. "Todo está automatizado a través de una aplicación, de forma que cuando el robot llegue al punto de entrega, avisará el cliente para que pueda recoger su paquete. Habrá un tiempo de espera y si nadie acude, seguirá su ruta", avanza González. Contará con un sistema antivandalismo y funcionará por medio de energía solar para su recarga. 

"Estamos trabajando dos versiones. Una es la entrega directa, pero también Correos nos ha pedido otro prototipo de casillero fijo de forma que se quede el locker vacío y fijo en una calle para que los clientes puedan introducir en ellos sus paquetes y, una vez se complete, se recogen", explica. Un modelo similar al de un buzón, pero itinerante para movilizar los envíos.

De forma paralela, y fruto de la continua innovación de la compañía, también pretenden sacar para final de año otro modelo enfocado a la limpieza y el barrido de las calles del 'Cap i Casal'. Será, como todos sus modelos, un robot eléctrico y autónomo para uso urbano. Para ello, están buscando socios y su idea es colaborar con los Agricultores de la Vega (SAV), que son los encargados de la contrata de limpieza en la ciudad.

Toda la electrónica y la ingeniería es propia y está todo centralizado en una plataforma cloud, desde la que controlan y supervisan sus robots. "Esto nos permite la interoperatividad de todo y mucha versatilidad para fabricar", apunta el fundador de Umibots.

Foto: EDUARDO MANZANA

"En la movilidad urbana hay mercado, pero también, ayudas de las administraciones públicas para sacar este tipo de proyectos. Al final, hablamos de cerca de 200.000 euros solo en el desarrollo de estas soluciones, por lo que la financiación pública es básica para sacar adelante estas iniciativas en el caso de empresas pequeñas como nosotros", señala el fundador de Umibots.

De cara al futuro, su objetivo es fabricar cargadores móviles de baterías para coches, de manera que el robot se pueda mover en párkings o estaciones, como la del AVE, para prestar servicio a demanda del clientes a través de la geolocalización. "Si todo va bien lo haremos con una ayuda de Ivace +I", señala. También, exploran su internacionalización en mercados en los que tenga sentido ofrecer sus servicios. "Esto tiene mucho futuro porque son inversiones que se amortizan en un año, ayudará a muchas empresas a ser más competitivas y ofrece un valor diferencial, pensando en el futuro", concluye.

Foto: EDUARDO MANZANA 

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