VALÈNCIA. El pádel se ha convertido en uno de los deportes con mayor proyección en los últimos años y, la pandemia, supuso el empujón definitivo gracias a no ser un deporte de contacto y reducir los riesgos de contagio. Una carrera - o mejor dicho, un partido-, en el que la Comunitat Valenciana no se ha quedado atrás, y ha puesto su sello con compañías que triunfan a nivel internacional. El nivel de crecimiento de este deporte se ha convertido en tal que, el número de licencias federadas, sigue creciendo y superó a las del tenis en 2019. De hecho, el año pasado se rozaron las 100.000 en España.
En este camino, dos empresas valencianas, la mayor fábrica de pistas de pádel del mundo, Padel Courts Deluxe, y la marca deportiva Orven Sport, presente en 15 países, han firmado un acuerdo de colaboración para ofrecer a los clientes proyectos llave en mano. Con estas sinergias, las dos mercantiles ponen a disposición de inversores y aficionados todo el equipamiento necesario para la práctica de este deporte en el que ya se han hecho un hueco clave en el mercado.
Padel Courts Deluxe, cuyas instalaciones están en la Granja de Rocamora (Alicante), lleva trabajando 10 años en el desarrollo de pistas de pádel de forma profesional. Actualmente tiene nave de más de 14.000 metros cuadrados, una producción de 2.500 pistas anuales y una capacidad para llegar a vender hasta 4.000. Además, la firma alicantina es la única en el mundo que no tiene que externalizar sus procesos de fabricación de las estructuras y, por lo tanto, no depende de proveedores.
Según explica su gerente, Fernando Cánovas, la empresa -que ya ha sobrepasado la década- surge a raíz de la crisis de la construcción como forma de reinventarse. "Se miró la opción de fomentar al pádel a nivel internacional. Al principio nos llamaron locos pero empezamos instalando el primer club en el centro financiero de Londres", recuerda. A partir de ahí llegaron, coronaron la primeras pistas en Suecia, fueron los primeros en aterrizar en Egipto para, finalmente, convertir los Países Nórdicos en su terreno más explotado, aunque siguen explorando el mundo entero.
La compañía no solo fabrica, sino que ofrece el servicio de instalación, planificación, y post venta. "Somos muy exigentes, y esto es parte del éxito de la empresa", asegura Cánovas. "Queremos dar un producto de alta calidad, sin perder de vista la parte económica y tener el mejor producto del mercado". Padel Courts Deluxe cuenta con uno de sus distribuidores en países nórdicos como inversor, quien entró para hacer crecer el proyecto con unas instalaciones mucho más amplias. "Que no tengamos que externalizar nada de la fabricación nos permite controlar la trazabilidad del producto y evitamos errores en destino", señala.
Actualmente, la compañía cuenta con una capacidad de fabricación de 2.500 pistas anuales y se está desarrollando hasta las 4.500 pistas si fueran necesarias. "Con esta posibilidad conseguimos en los picos de fabricación poder crecer y tener instalaciones para que, cuando los clientes quieren más agilidad, poder absorber la demanda y que el cliente no sufra retrasos", asegura. El pasado año la empresa fabricó 1.500 pistas frente a las 486 del año anterior. "El crecimiento es muy exponencial y este año tenemos previsión de seguir creciendo con los proyectos interesantes hasta las 1800 o 2000", asegura.
Además, la compañía, que ya cuent con un centenar de trabajadores, realiza una apuesta fuerte en I+D+i y cuenta con varias patentes en marcha. "La pista de pádel es un elemento sencillo pero tiene mucho potencial por extraer y es eliminar los máximos mantenimientos posibles", señala. Ahora, busca la colaboración con Orven para ofrecer proyectos llave en mano comprende la construcción de la pista de pádel, la oferta de material deportivo y la gestión del club. "Es necesario aumentar las escuelas de competición, fundamentales para el proceso de formación de los jugadores, sobre todo, en los nuevos mercados internacionales", asegura, en un proyecto al que han añadido la formación de monitores y entrenadores a través de un acuerdo con una academia.
Para Orven, el pádel se ha convertido en un mundo en el que todavía queda mucho por abarcar. La marca, puesta en marcha hace cuatro años, pertenece a un grupo empresarial de bodegas, productos de alimentación y redes de distribución nacional e internacional con sede en Valencia. "El conocimiento del desarrollo de diferentes mercados es lo que ha hecho que Orven Sport se consolide como una de las marcas más desarrolladas internacionalmente y con un gran crecimiento año tras año. Nos esforzamos mucho en el servicio postventa y en las garantías de producto”, señala su gerente, Máximo Gutiérrez.
Para 2022, la suma de la facturación de las dos empresas superará los 30 millones de euros, frente a los 16 del año pasado. "La compañía nace por la relación que teníamos todos los socios en el mundo del pádel. Nuestros hijos competían a nivel junior", recuerda Gutiérrez. "Íbamos a empezar como una marca muy local, con la idea de fabricar en España para tener el control de la producción. Fuimos dando la opción de salir al exterior, y en 2019 desarrollamos Italia, Suecia, empezamos en Estados Unidos y vimos que el proyecto crecía con un producto de calidad y un servicio post venta necesario que necesitaba el entorno", señala.
Gutiérrez está convencido de que el control del producto no se puede tener fuera de España. "Nosotros buscamos los materiales y fabricamos en España. Cubrimos las roturas de nuestras palas, porque tenemos menos de un 1% y hay muchos distribuidores nuestros que el material lo cambian si sucede algún inconveniente de este tipo", destaca. En este camino, asegura que su acuerdo Pádel Courts Deluxe es clave para seguir creciendo. "Nosotros necesitamos muchas instalaciones de clubes, y ellos necesitan que se les vincule a más material y formación", apunta. "A día de hoy, muchos grupos inversores quieren invertir en salud y deporte".
