CASTELLÓ. (EP). El Servicio de Guardería Rural del Consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del riu Millars formado por los ayuntamientos de Vila-real, Almassora, Borriana, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana, acaba de empezar por segundo año consecutivo el censo de la colonia de aviones comunes (Delinchon urbicum) ubicada en el paraje de la ermita de la Virgen de Gracia de Vila-real, concretamente en el edificio histórico del molino.
En esta primera fase del censo, los guardas rurales han podido constatar la ocupación de 16 nidos, cuando en 2020 se ocuparon 29 nidos. Por el momento este censo está confirmando un descenso de la colonia del Termet que habrá que ratificar en la segunda quincena del mes de junio. El Servicio de Guardería Rural del Consorcio riu Millars sigue la metodología del Proyecto Golondrinas, una iniciativa del Instituto Catalán de Ornitología (ICO). Los censos se realizan con unidades de muestreo que combinan cuadrados de 200 x 200 metros para definir el área exacta de la zona que se contabiliza. Los censos se realizan a primera hora de la mañana o al final de la tarde entre el 1 de mayo y el 31 de julio.
Para realizar el seguimiento de una manera más sencilla se ha dividido el edificio del molino del Termet en tres partes: la fachada principal y entrada al restaurante, la fachada derecha y la izquierda. Después cada una de las partes donde los aviones construyen los nidos se han dividido en cuadros bien diferenciados para realizar el censo. El censo del Consorcio se centra en contar los nidos que están en plena construcción o que se encuentran en suficientes buenas condiciones para ser ocupados por esta especie migradora, pero también se anotan los nidos rotos y los ocupados por otras especies, básicamente gorriones.
Según la Agencia Española de Meteorología, ha sido el vigésimo quinto abril más frío desde el comienzo de la serie en 1961 y el cuarto de este siglo. El pasado mes de abril fue en conjunto frío, con una temperatura media sobre la España peninsular de 11,1°C.
Este hecho extraordinario se produjo cuando la gran mayoría de aviones comunes y otros insectívoros ya habían llegado a la Comunitat Valenciana.
De hecho, el frío dejó sin insectos el cielo y cientos de estas aves insectívoras murieron. Este hecho podría estar relacionado con el descenso de la colonia del Termet que se está viendo, aunque es muy pronto para sacar conclusiones.
El avión común es parecido a una golondrina, pero más pequeña, compacta y con el carpón blanco. Es de un color negro azulado y brillante por la parte de arriba y blanco por la de abajo y, a diferencia de la golondrina común, tiene la cola más corta y también de horquilla. Su vuelo es rápido y ágil y desde muy antiguo cría en construcciones humanas, en el campo, en pueblos pero también en grandes ciudades. Es una especie muy gregaria que cría en colonias y fabrica los nidos con bolas de barro pegadas a los edificios. Su nido está todo cerrado menos un orificio de entrada, mientras que el de la golondrina es como una taza abierta por arriba. Se trata de una especie migratoria y estival que llega a los pueblos y ciudades en primavera y abandona la península Ibérica hacia finales del verano e inicios del otoño.
Cada ejemplar de avión común es capaz de cazar todos los días cientos de moscas, mosquitos, pulgones, coleópteros, mariposas y otros insectos. Su tarea de eliminación y control de insectos molestos y perjudiciales para las personas es importantísima, por tanto, respetar las colonias de cría de estas aves servirá para hacer un control natural de las plagas que cada vez más afectan a la actividad social y doméstica de las personas.
La Ley 42/2007 sobre el Patrimonio Natural y la Biodiversidad establece para toda la fauna que como norma general está prohibido dañar, capturar e incluso molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, cualquiera que sea la época del año. Esta prohibición incluye también los nidos. Los aviones comunes, golondrinas y otras aves forman parte del patrimonio natural, son aves silvestres y además están totalmente protegidas por una ley que especialmente prohíbe la destrucción o el deterioro de sus nidos.