El socialismo vive tiempos felices, en la Comunitat Valenciana y en España. ¿Los motivos? Acaban de sumirse un 2% para todos los cargos y asesores de la Administración, por cierto, la más grande que ha conocido la democracia. Ese es el único motivo que se me ocurre para tal desmedido jolgorio como el que se ha celebrado en Benidorm este fin de semana.
El hecho que se haya hecho el Congreso del PSPV-PSOE en la capital turística de la Comunitat, sinceramente, me ha parecido un cachondeo de primera. Benidorm todavía espera la Conselleria de Turismo que les prometió Ximo Puig cuando aún aspiraba a la presidencia de la Generalitat. Y no solo eso, sino que desde la misma Administración autonómica han vapuleado durante la pandemia a hoteleros, hosteleros y todos los sectores que dependen de este sector económico tan importante como es el turismo.
No solo eso, sino que desde el Gobierno de España no han hecho sino ponerles más palos en las ruedas retrasando el Imserso ahora hasta enero, con el consiguiente perjuicio para quienes esperaban estos viajes para darle continuidad a una temporada de verano que empezaba a levantar cabeza.
Pero, bueno, allá el PSOE con sus promesas y el jefe del Consell con sus 'ximoanuncios', que ahora copia Pedro Sánchez con ese nueva inversión de 130 millones de euros para la Plataforma Inteligente de Destinos. Yo, sí fuera hotelera, lo tomaría con precaución, como menos. Estamos asistiendo a una política de futuros que nunca llegan; al contrario, a cada promesa, la realidad dicta un relato totalmente distinto. Vamos a la tajá.
Pedro Sánchez bien que se rasgaba las vestiduras cuando la luz subía un 4% en época del Gobierno popular; ahora que marca máximos históricos la culpa la tienen todo menos él: las eléctricas, el cambio climático, la situación geopolítica... Buenos son estos buscando excusas.
Otro ejemplo: las pensiones. El Gobierno del Partido Popular jamás congeló las prestaciones por jubilación, como sí hizo Zapatero. Rajoy era el demonio con cuernos cuando, por responsabilidad, las subió menos de lo que querían los socialistas. Bien, ahora el ministro Escrivá propone un recorte de, como poco, un 5% para los futuros jubilados. ¿Nos cortamos las venas o nos las dejamos largas? Quizás me haya pasado en algún momento con la ironía porque el tema es realmente serio.
Las políticas de este Gobierno han provocado un aumento de los precios que nos llega a todos, como productores, trabajadores y consumidores. No me extraña que los españoles vayan adelantando las compras navideñas porque no saben qué va a pasar con ellos dentro de un mes.
La peor noticia es el anuncio de la ministra Ribera de que jamás habrá un gran apagón en España. Estamos curados de espanto con este Gobierno, desde el mítico Fernando Simón (desaparecido ahora en combate) hasta el último de los ministros, que mientras decían unas cosas firmaban otras.
Con este panorama, solo deseo que los socialistas disfruten de estos días de Congreso y felicidad y mañana mismo se pongan, de verdad, a la faena. Al presidente Puig le recomiendo, si busca un bien a la Comunitat, que se una al ofrecimiento de Carlos Mazón y presentemos enmiendas al PGE que, de verdad, reflejen el peso de nuestra autonomía a nivel nacional y nos traigan las inversiones que necesitamos.
No será una derrota, sino un verdadero triunfo para todos los valencianos, quienes ya estamos cansados de que nuestros gobernantes vayan de victoria en victoria. Hasta la derrota total, claro.