Diego Conde en su debut liguero contra el Atlético de Madrid. CARME RIPOLLÉSVILA-REAL. El pasado 2 de julio Villarreal anunció el fichaje de Diego Conde. Por aquel entonces Filip Jörgensen todavía figuraba en las filas del Submarino, por lo que el guardameta madrileño se postulaba como suplente de garantías para suplir la baja de Pepe Reina. A sus 25 años, Conde venía de ser el portero menos goleado de Segunda con el Leganés y por unos 4 millones era una oportunidad difícil de rechazar.
Sin embargo, todo cambió cuando el Chelsea puso 24,5 millones encima de la mesa por Jörgensen. El danés voló rumbo a la capital inglesa a finales de julio y dejó al club de La Plana Baixa con la necesidad de incorporar a un portero llamado a ser titular por delante de Conde.
Mientras la dirección deportiva del Villarreal cercaba el mercado, el equipo de Marcelino empezó a disputar los primeros amistoso de pretemporada con Diego Conde como titular. Desde el primer momento dejó buenas actuaciones, transmitiendo seguridad e impresionando a la hinchada grogueta por sus reflejos y agilidad.
Seguramente por eso el club no quiso tener prisa a la hora de adquirir al supuesto cancerbero titular y dejó pasar los días en busca de la mejor opción posible, tanto en lo deportivo como en lo económico. Finalmente el escogido fue el brasileño de 23 años Luiz Júnior, que fichó procedente del Famalicão portugués a cambio de 12 millones de euros.
Paradójicamente Luiz Júnior llegó a Vila-real el mismo día en el que Diego Conde debutó como groguet en la Liga. Aquel día el brasileño vio desde la grada como su compañero, a pesar de poder hacer más en el gol de Marcos Llorente, realizaba una más que notable actuación ante el Atlético de Madrid con asistencia a Danjuma incluida.
Apenas cuatro días después el Villarreal jugó en Sevilla y Luiz Júnior, aún con pocos entrenamientos, fue convocado por primera vez. Diego Conde salvó al equipo amarillo con una auténtica exhibición bajo palos, con paradas memorables a Saúl, Isaac Romero e Iheanacho incluidas, y se aseguró así la titularidad ante el Celta.
Ante el conjunto gallego encajó tres tantos, aunque más allá de la salida en falso del primero, poco se le pudo achacar. Luiz Júnior seguía esperando en el banquillo, y así lo hizo también en Mestalla. De nuevo, Conde se puso la capa de superhéroe para salvar al Villarreal de los numerosos intentos de un Valencia que terminó frustrado.
Así, tras cuatro partidos sobresalientes del ex del Leganés (es el segundo portero de la Liga que más paradas lleva con 16), el Villarreal llega al parón de selecciones con una pregunta en el aire. ¿Seguir confiando en Diego Conde y premiarle así por su buen rendimiento o dar la oportunidad a un Luiz Júnior que es el portero más caro de la historia del club y llegó con la vitola de titular? La respuesta sólo la tiene un hombre, Marcelino García Toral, y empezará a darla el próximo 14 de septiembre en Mallorca.
