KIEV (EFE). El Dinamo Kiev, rival del Villarreal en los octavos de final de la Liga Europa, es un club histórico que intenta reverdecer viejos laureles bajo la batuta del septuagenario Mircea Lucescu, de 75 años.
"Si alguien me hubiera dicho en verano que llegaríamos a esta altura en las competiciones europeas, nadie le habría creído", dijo Lucescu, con su habitual ironía, tras eliminar al Brujas.
La auténtica estrella del Dinamo es el "zorro plateado", que entrenó durante más de una década al acérrimo rival, el Shakhtar Donetsk, con el que ganó la UEFA en 2009.
Por ello, a su llegada a Kiev fueron muchos los aficionados que expresaron públicamente su descontento con el fichaje del nuevo técnico.
En cambio, Lucescu ha logrado tapar bocas en apenas unos meses, en gran medida gracias a los buenos resultados, empezando en verano al derrotar al Shakhtar en la Supercopa ucraniana.
El Dinamo es líder en la liga, con un punto de ventaja sobre el todopoderoso Shakhtar, que cuenta en sus filas con una pléyade de brasileños y es patrocinado por un oligarca, Rinat Ajmétov.
"Tiene más de 70 años y ha entrenado en todas partes. Donde ha ido ha ganado y no lo ha hecho sólo por el nombre. Tiene un palmarés que nadie puede discutir. Tenía muchos aficionados en contra, pero van primeros", apuntó a Efe Pedro Jaro, entrenador de porteros de la selección ucraniana.
Pero lo más importante es que ha devuelto la ilusión a los aficionados del club, que no gana la liga ucraniana desde hace cinco temporadas.
"El equipo crece partido a partido. Los jóvenes están creciendo. Espero que ambos equipos ucranianos (Dinamo y Shakhtar) avancen lo más lejos posible en la Liga Europa", dijo Lucescu.
Al no contar con un gran presupuesto, el Dinamo ha optado por el desarrollo de la cantera, algo en lo que Lucescu es un especialista.
"Son un equipo sin figuras y Lucescu está sacando rendimiento a lo que tiene entre manos. Todo se debe a la situación económica en Ucrania. Ahora, tienen una economía de guerra", comenta Jaro.
A pesar de las bajas por covid-19, las jóvenes promesas del equipo kievita ya demostraron sus posibilidades ante el Barcelona en el partido disputado en el Camp Nou durante la fase de grupos de la Liga de Campeones.
De hecho, en el partido de vuelta contra el Brujas (0-1), Lucescu alineó a tres defensas nacidos entre 1999 y 2002 -Mikolenko, Sirota y Zabarni-, aunque es verdad que Popov estaba lesionado.
Uno de los jugadores más importantes en el centro del campo es el internacional ucraniano Víctor Tsigankov, autor del único gol de se equipo en Barcelona.
Pese a sus 23 años, el seleccionador ucraniano, Andréi Shevchenko, tiene grandes esperanzas depositadas en el futbolista nacido en Israel.
Le acompañan en el medio del campo otro canterano, Vladímir Shepelev, que disputa el puesto a otro joven, Nikolái Shaparenko; el luxemburgués Gerson Rodrigues y el capitán del Dinamo, Serguéi Sidorchuk, el pulmón del equipo.
Como enganche en los últimos partidos Lucescu ha apostado por Vitali Buyaslki y como único delantero se ha ganado el puesto Artiom Vesedin, que parecer llevar ventaja sobre Vladislav Supriaga.
La portería está bien cubierta por Gueorgui Buschan, al que puede sustituir con garantías el jovencísimo Ruslán Nescheret, un guardameta con un futuro prometedor como demostró en el Nou Camp con paradas de gran mérito.
Ambos están destinados a defender la portería de la selección ucraniana junto al madridista Andréi Lunin en cuanto se retire el incombustible Andréi Pyatov.
Mientras, el único español del equipo, Fran Sol, fue cedido durante el mercado de invierno al Tenerife.
Sol, jugador criado en la cantera del Real Madrid, es un viejo conocido de la afición del Villarreal, ya que militó en el equipo valenciano (2014-16).
El Dinamo, con el legendario Valeri Lobanovski al frente, ganó el torneo antecesor de la Liga Europa, la UEFA, en dos ocasiones (1975 y 1986), en ambos casos con Oleg Blokhín en el terreno de juego.
Su último gran equipo, con la temible dupla formada por Shevchenko y Rebrov en la delantera, tumbó al Barcelona y alcanzó las semifinales de la Copa de Europa en 1999.